Pablo Das Neves: “La política no es un liceo militar”

El hijo del ex gobernador de la provincia cargó contra el mandatario provincial al sostener que la política “Tampoco es una mesa de poker, donde se sube permanentemente la apuesta. Ni un quirófano, donde abundan…

viernes 31/01/2020 - 10:54
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El hijo del ex gobernador de la provincia cargó contra el mandatario provincial al sostener que la política “Tampoco es una mesa de poker, donde se sube permanentemente la apuesta. Ni un quirófano, donde abundan las operaciones”.

En su columna de opinión en diario El Chubut, el hijo del ex gobernador sostuvo: “Cuesta reconocerlo, pero el casi definitivo quiebre político del gobernador con sus socios era un final cantado para una alianza forjada al calor de las necesidades políticas y sin acuerdos programáticos.

Cuesta reconocerlo, pero el casi definitivo quiebre político del gobernador con sus socios era un final cantado para una alianza forjada al calor de las necesidades políticas y sin acuerdos programáticos. En los últimos días, los chubutenses hemos visto como los cruces públicos entre dirigentes explicitaban aquello que solo se rumoreaba en los pasillos.

Los gestos de distensión, la disuasión, y la utilización de canales de diálogo alternativos no son elementos que denoten cobardía o dubitación. La persistencia en el error no es una virtud ni una cualidad de liderazgo, por el contrario, vale recordar que en los momentos de escalada de tensiones los verdaderos líderes son aquellos que logran mantener la calma para tomar decisiones.

Es cierto que Chubut tiene serias dificultades económicas, esto no es ninguna novedad, pero principalmente cuenta con dificultades políticas. Aquellos problemas que sobre finales del 2017 se limitaban a desequilibrios financieros de corto plazo, fueron mutando en problemas económicos de gran magnitud a la luz de la falta de liderazgo político y el pobre consejo de algunos asesores.

Curiosamente, quien dice ser de la «nueva política» integra en su cerrado círculo de decisiones a obsoletos dirigentes acostumbrados a viejas mañas, que entran en contradicción con el discurso supuestamente moderno y republicano.

Dado el actual escenario, y en función de las características de los principales actores, las próximas movidas en el tablero de ajedrez político son bastante predecibles.

Arcioni buscará fortalecer su tácita alianza con Luque, quien cuenta con la enorme ventaja de la autarquía financiera y autonomía política. Intentará también aislar políticamente a su vicegobernador Sastre, probablemente buscando un acuerdo con el intendente Maderna.

Dejando de lado la corrección política a la hora de escribir, no hay que olvidar que quien tiene la lapicera es el gobernador Arcioni. Con ella, si bien la lapicera hoy cuenta con poca tinta, seguramente buscará la adhesión de intendentes del interior e intentará disciplinar al mellizo intendente de Puerto Madryn.

La renovación radical/PRO, encarnada por Ongarato, Biss, Torres y Pagliaroni, seguramente seguirán limitándose a esperar el desarrollo de los acontecimientos con un ojo puesto en lo que sucede en la nación.

El kirchnerismo duro de la provincia, representado por el Diputado Igon, ha demostrado ser un sector con un timing político realmente envidiable. Es de esperar que se mantengan a un lado para que los costos políticos los carguen otros.

Y finalmente el gobierno nacional, que hasta el momento ha sido contemplativo con las necesidades del escribano, seguirá perdiendo progresivamente la paciencia al no entender como una provincia, que durante años fue políticamente estable y representa solo el 1,9% del padrón electoral, genere tantos problemas.

Es doloroso decirlo, pero de suceder estas acciones, el futuro luce aún más oscuro que el presente.

Ante la falta de un liderazgo político fuerte e indiscutido, la hoguera de vanidades en lo que se ha transformado la política chubutense debe mutar en una mesa redonda donde todos tengan voz.

La política no es un liceo militar, donde la jerarquía y obediencia debida es una obligación. Tampoco es una mesa de poker, donde se sube permanentemente la apuesta. Ni un quirófano, donde abundan las operaciones. La política es consensuar”.

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