Jorge Martínez es vendedor ambulante, oriundo de la provincia de Buenos Aires, y está en Comodoro hace casi 20 años.
Desde que llegó se gana la vida con la venta ambulante al igual que otras decenas de personas en la ciudad.
En los últimos meses los trabajadores se agruparon para estar mejor organizados y poder trabajar con la tranquilidad que desean.
Para ello, “pedimos tener una credencial que nos identifique como vendedores, porque hay gente que viene de otros lados que puede portarse mal y nos deja mal a nosotros, hace 18 años estamos y somos los mismos de siempre”, describió Jorge a EL COMODORENSE.
Además de la venta ambulante, que implica una importante inversión para luego vender, muchos “hacemos otros trabajos, nos la vamos rebuscando”.
“Yo me gané la jurisprudencia laburando, nos la ganamos cuidando la zona céntrica”, sostiene Jorge, que se apuesta usualmente en la esquina de San Martín y 9 de Julio poniendo a la venta diversos productos.
“Por no haber estudiado tuvimos que empezar a vender. Se usan como 20 mil pesos diarios para morfar. La luchamos como todos, el tema de política es aparte, a nosotros no nos regala nada nadie”, dijo por último el trabajador con la esperanza de algún día estar formalizado junto a sus compañeros para trabajar en paz y sin prejuicios.