La Escuela 745, ubicada en el barrio José Fuchs, continúa enfrentando problemas edilicios que se agravan con las recientes lluvias. Goteras, baños sin funcionar y falta de mantenimiento general son las principales preocupaciones de la comunidad educativa.
Las intensas lluvias de los últimos días provocaron goteras en la preceptoría, tanto en la planta alta como en la planta baja. Una viga que marca la división entre el edificio original y la última ampliación presenta filtraciones constantes, un problema que arrastra desde el año pasado sin una reparación definitiva.
«Colocaron un bloqueo en la sección de la viga afectada, la cubrieron con una estructura de madera y la pintaron. Sin embargo, la fisura no fue reparada, por lo que, con las lluvias, la madera volvió a filtrar», lamentó Jorge Ríos, docente y delegado de la Escuela 745.
Las goteras también se extienden a todo el ala nueva de la escuela, especialmente en el pasillo de la planta alta, donde la mayoría de los techos no cuentan con cielo raso y se encuentran las luminarias del establecimiento.
Baños insuficientes y sin mantenimiento
«Tenemos un baño de planta alta de niñas que, de seis cubículos que existen, solo funciona uno y en planta baja funcionan dos», explicó Ríos. La situación se replica en el baño de los varones, con la diferencia de que los mingitorios permiten agilizar el uso.
Esta situación genera largas filas de estudiantes mujeres en los recreos, ya que la escuela solo cuenta con tres baños para una matrícula de 900 alumnos entre turnos mañana y tarde.
«En un principio estaban todos los baños clausurados, se habilitó para uso de los estudiantes el baño de discapacitados, pero también es insuficiente porque es un solo baño», agregó Ríos.
A pesar de las denuncias realizadas por los delegados y las notas presentadas por los directivos, no hubo respuesta por parte de las autoridades. «La escuela sigue funcionando de la misma manera, con los chicos en estas condiciones«, lamentó el docente.
