La Justicia avanza en la causa que se inició por pedido de Mariana Nannis al denunciar a su exesposo y papá de sus tres hijos, Claudio Caniggia. La acusación fue realizada por presunta violencia de género y abuso sexual del exfutbolista en un hecho ocurrido el 5 de mayo del 2018, según publica Radio Mitre.
Caniggia “intentó mantener relaciones sexuales con su entonces esposa, Mariana Belén Nannis Silles, pero ante la negativa de ella le dijo ‘Te voy a matar, hija de puta’ y le propinó golpes de puño en el rostro”, se lee en el escrito emitido por la Fiscalía N° 42.
El domingo se conocieron las particularidades de las pericias psicológicas de ambos protagonistas de la causa judicial. En la misma, se detalla que Mariana Belén Solange Nannis tiene «signo sintomatología compatible con un diagnóstico de trastornos en la personalidad».
Según relató, Lío Pecoraro en El rún rún del espectáculo, ese diagnóstico fue acompañado de “rasgos histero-narcisistas, con inmadurez ideoafectiva y un patrón de relaciones personales que oscilan entre la idealización y la devaluación”.
“De la exploración clínica, no se verifica, al momento de la evaluación, la presencia de indicadores inequívocos de victimización sexual o de maltrato, y un cuadro de stress post traumático, en tanto y en cuanto no se objetivaron signos ni síntomas compatibles con dichas afecciones”, detalló el conductor.
Durante el examen, Claudio Paul Caniggia no mostró síntomas, signos o trastornos psicopatológicos significativos que indicaran un trastorno mental mayor psicótico o un déficit cognitivo. Se señaló que sus facultades mentales estaban intactas y que tenía la capacidad suficiente para enfrentar el proceso judicial en curso.
Los detalles de la pericia a Caniggia
“Presenta una personalidad de base neurótica, con emergencia hiterofóbica. No presenta indicadores que den cuenta de patología mental previa o en curso”, sumó a la información Fernando Piaggio, quien leyó que no le detectaron indicadores de trastorno en el control de los impulsos a Caniggia.
Finalmente, detallaron que no hubo “indicadores que den cuenta de compromiso en la esfera psicosexual. ya que lo inferido remite a una conflictiva en los planos psicosexuales, de carácter neurótico, que da cuenta que puede mediatizar entre el deseo y la acción, y sin connotación de orden patológico, y sin indicadores que den cuenta que hay desajuste en dicha área”.
