La rosca en la quinta de Meza Evans se desactivo tras un llamado de Wado de Pedro. Furioso, De Pedro trató de “imbéciles” a los integrantes de la reunión por de ser funcionales a la estrategia de desgaste a Arcioni que impulsa el gobierno de Mauricio Macri.
Durante toda la mañana los diputados provinciales intentaron por todos los medios que el recinto se pusiera en condiciones para sesionar, incluso propusieron contratar una empresa privada que retire la densa capa de hollín que recubre todo el lugar, pero fue imposible. Aún se están llevando a cabo pericias de criminalística y un relevamiento sobre el daño estructural que sufrió el edificio. Por su parte, los empleados legislativos se niegan a volver al lugar hasta que no se garantice su seguridad.
En el día de ayer, los diputados ya habían “poroteado” los votos de las Salas de Acusar y de Juzgar para ver si estaban dadas las condiciones para que avance el proceso contra el gobernador. El detalle no menor es que nadie sabe cuál es el pedido concreto del juicio, aunque por lo que expresan los diputados estaría enmarcada en las causales de mal desempeño. La idea de los legisladores es encontrar una causa que no solo logre destituir a Arcioni sino también inhabilitarlo para asumir su próximo mandato. Desde lo legal, los juristas están divididos en la interpretación de la ley y sus alcances.
Desde el bloque oficialista aseguran que cuentan con suficientes votos propios para impedir que este intento destituyente prospere.
Que este intento haya fracasado hoy no quiere decir que los diputados no vuelvan a intentarlo, escudados en la presión del acampe docente que se mantiene en la puerta de la Legislatura.
El aprovechamiento político de esta tragedia que enluta a la provincia es una bajeza detestable. Es inadmisible que personajes que acaban de perder una elección democráticamente pretenda derrocar al gobierno elegido por la mayoría.
