
En diálogo con FM La Petrolera 89.3 MHz, indicó: «La situación de los vendedores ambulantes en Comodoro creció en demasía por la escasez de trabajo. Y la gente sale a buscar la forma de ganarse la vida. Ahora, no hay ninguna repartición pública que tenga un control efectivo sobre esta situación en cuanto a la salubridad y las condiciones de las mercaderías comestibles de alimentos que se ofrecen en la calle».
«Por ahí los chicos o la gente, porque la mayoría son jóvenes que acceden a este tipo de labor, están en condiciones precarias, no tienen un lugar para lavarse las manos, higienizarse, o donde orinar. Y de esta manera, también sufren los productos que venden en la vía pública, y me parece que es una cuestión de salud pública», sostuvo.
Y añadió: «Muchos pasan casa a puerta a puerta ofreciendo productos, y están los que venden en la ruta ofreciendo sándwiches de milanesas, entre otros. Ahora, ¿en qué condiciones llegan los alimentos a la venta al público? ¿Quién controla eso?».
Finalmente, manifestó que «es una cuestión que hay que ver y revisar, no quitarle el labor o un trabajo que dentro de todo es digno, peor tiene que haber algún espacio dentro de la Municipalidad o sector del Gobierno que tenga algún tipo de control sobre esos alimentos y esa actividad».