
Una docente de 45 años, Olga Mansilla, fue víctima de la usurpación de su vivienda mientras se encontraba con sus hijos en una consulta médica. La situación ha generado gran repercusión y controversia, especialmente por la presunta existencia de un plan de espionaje previo y la negativa de una jueza de Familia a autorizar el desalojo.
La abogada Elizabeth Yapura denunció ante el Juzgado de Familia que, sin que los desalojados se dieran cuenta, se instalaron cámaras de video desde otra vivienda a unos 30 metros de distancia, apuntando a la casa en cuestión.

“Es más, en el medio está una vecina que permitió que los usurpadores cortaran un árbol que molestaba para que puedan instalar también una cámara apuntando a la parte trasera de la casa usurpada” expresó.
La abogada María Laura Cáceres fue señalada como la presunta «cerebro» de la usurpación, acusada de dirigir el ingreso a la vivienda e incluso agredir a Mansilla. La parte denunciante afirma contar con fotografías que muestran a Cáceres en el lugar de los hechos, escoltada por policías.
“Los policías presentes debieron sacar a la abogada Cáceres del terreno y luego se plantó en una parte alta de la calle enfrente” manifiestan desde la parte denunciante.
Olga Mansilla, de 45 años, es docente y vive en Comodoro Rivadavia desde hace 10 años. Ocupa la casa en Urquiza 1.090 junto a sus hijos de 19 y 20 años y su pareja. La anterior dueña del lugar se fue del país y la dejó a cargo con un documento otorgándole facultades para que pague los suministros e incluso los impuestos municipales.
Con información de Crónica