En diálogo con FM La Petrolera 89.3 MHz, expresó: “Hace unos días se contactó una señora para pedirnos ayuda porque se le estaba formando una colonia de gatos salvajes arriba de su casa, en la extensión del Máximo Abasolo. Con dos chicas coordinamos para ayudarla porque había machos y hembras sin esterilizar”.
Cuando llegaron al domicilio de la señora, se percataron que había alrededor de 15 gatos sin castrar. Trabajando en equipo, lograron encerrar siete y trasportarlos hacia el Tráiler: “Fuimos alrededor de las ocho de la mañana con las chicas, llevando todo lo necesario para poder llevarlos. Los agarramos a todos por suerte, y cuando llegamos la Vecinal a eso de las 9:30 de la mañana notamos que había alrededor de 15 personas haciendo fila”.
“Una de las chicas fue a anunciar que habíamos llegado y cuando sale nos dice ‘chicas, saben que no hay mas turnos’. Y yo digo, pero ¿Cómo?, ¿No se supone que hay presentación espontanea? Faltaba más de dos horas y media para que finalice el turno y yo no creo que tarden casi tres horas para castrar a los animales que estaba afuera”, sostuvo.
Y continuó: “Cuando fuimos a hablar con la chica de recepción, nos dijo que ya habían completado los 35 turnos por día. Entonces yo pregunto, ¿No se supone que ustedes están castrando 150 animales por día? A lo que me niega rotundamente diciendo que eso no es así. Y yo le digo que es así, porque hay una ley que dice que el Municipio debe castrar el 20% por día de la población canina y felina de Comodoro, y me dice que no”.
Luego de un trabajo exhaustivo y lograr trasladar a los gatos, se encontraron con esta negativa reiterada: “Bueno, entonces le digo pero ¿Cómo hago?, tengo siete gatos salvajes metidos en mi auto, ¿Dónde los dejo ahora? Y fue un riesgo y un sacrificio llevarlos ahí. Yo no pretendía que me atendieran en ese momento, si tenía que esperar iba a esperar. Pero lo que yo pretendía era que me castren a los gatos”.
“Nos dijeron que volviéramos mañana o que saquemos turno para otro día, y yo me negué. ¿Quién me garantiza que nosotras vamos a agarrar a los gatos el día del turno? Y además, yo pido la mañana para poder ir, al igual que las chicas”, señaló.
Lamentablemente, la rescatista señaló que no es la primera vez que sucede un hechos similar: “La verdad hubo mucha falta de respeto, de compromiso. Nos sentimos muy vulnerables, yo solo estaba reclamando un derecho que como ciudadana creo que me corresponde, hacer uso del servicio Municipal, y la verdad que me volví a desilusionar con el tráiler”.
“Por suerte, pudimos castrarlos porque la gente que estaba haciendo fila vio la situación y ellos, entre varias personas, nos pasaron un gato o dos. De esta manera logramos castrarlos. Pero si no hubiera sido por la gente que nos ayudó, hubiera vuelto con los gatos en el auto”, reflexionó.
