Una batalla golpe a golpe

No es ninguna novedad que la figura del gobernador Mario Das Neves es una de las mejores preparadas para sobrellevar lo mejor que se pueda a la provincia en estas épocas de crisis. Sin embargo,…

lunes 14/03/2016 - 0:28
Compartí esta noticia

No es ninguna novedad que la figura del gobernador Mario Das Neves es una de las mejores preparadas para sobrellevar lo mejor que se pueda a la provincia en estas épocas de crisis. Sin embargo, él –llevando sobre sus hombres una gran carrera política y siendo su tercera gestión como gobernador de Chubut- aún no ha entendido la importancia del diálogo. Hoy por hoy su Gobierno carece de operadores e interlocutores que vayan a cubrir los frentes que él mismo abre. Y puesta así las cosas, no hay cuerpo ni mente que aguante. La clave para todo Gobierno es que su líder cuente con gente que lo acompañe y que le facilite el trabajo para que se ocupe de lo que más apura. Hoy por hoy eso es inexistente dentro de Chubut Somos Todos.

Das Neves Discurso 2

Puestas así las cosas, queda más que claro que no hay negociación política posible si no hay diálogo, interlocutores válidos y un poco de destreza para no bravuconear todo el tiempo. Que lo haga Das Neves, vaya y pase. Pero alguien tiene que tener la cabeza un poco más fría, pisar el freno y sentarse a charlar para conseguir consensos básicos.

No es la primera vez que se afirma que el único dirigente capaz de capear el temporal por el que está atravesando Chubut es el gobernador Das Neves. Pero, también, es más que evidente que necesitará la ayuda de todos sus generales, coroneles y comandantes.

La batalla será larga y dura como para que todo recaiga en un gobernador que muchas veces parece tener que cabecear los centros que él mismo se tira.

La relación de los diputados del FpV y Cambiemos con Das Neves fue tensa desde el principio pero muchos creían que sería así hasta que se acomodaran los melones. Todos daban por hecho que el tercer mandato no iba a ser el más sencillo, con una situación económica crítica, una económica global en rojo y una Legislatura en contra.

Pero lo que sucedió esta semana en apenas dos sesiones de los diputados provinciales de Chubut superó todos los pronósticos. Por descuido y hasta cierta impericia, el bloque oficialista sufrió dos reveses inesperados y dejó al Gobierno a merced de un bloque opositor de dos tercios más uno (16 legisladores del FpV y 3 de Cambiemos), tan heterogéneo como de cuidado.

Haber perdido la vicepresidencia de la Cámara, y no haber podido frenar o al menos negociar los términos de la nueva Ley de Ética Pública, no sólo es mérito de tres o cuatro cabezas pensantes que dominan ese megabloque opositor, sino también el resultado de movidas políticas equivocadas del bloque oficialista.

La estrategia de presionar más que de negociar, está claro que no va a dar resultado esta vez. Con un bloque mayoritario de 16 diputados que responden a varios dirigentes del desperdigado kirchnerismo chubutense (César Gustavo Mac Karthy, Carlos Eliceche, Néstor Di Pierro y Carlos Linares, entre otros), más tres radicales de pura cepa abroquelados en la alianza en extinción “Cambiemos”, a los diputados dasnevistas se les hará muy difícil remontar la cuesta.

Los dasnevistas de la Legislatura son ocho y necesitarán conquistar a por lo menos dos del FpV (o algún radical) para desarmar esos dos tercios tan temidos. Quienes conocen la “rosca” de la Legislatura aseguran que la misión de desarticular el megabloque es hoy casi imposible, a menos que algún dirigente kirchnerista saque los pies del plato.

Pero no parece que ello vaya a suceder. Sobre todo, porque desde el dasnevismo vienen cerrando puertas y levantando la apuesta, más que tendiendo puentes. “A los gritos y de prepo no nos van llevar a ningún lado. Si lo único que tienen para decir de nosotros es que somos ladrones y desestabilizadores, no hay nada que discutir”, dijo uno de los legisladores del FpV que ha sido blanco de las más duras críticas.

El bloque oficialista debería entender que se trata de política parlamentaria. Que aún con los adversarios más acérrimos hay que dejar una línea de contacto. Sin ir más lejos, es lo está haciendo el Gobierno nacional en su armado en el Congreso, porque no hay otra manera de sacar las leyes que Mauricio Macri necesita para gobernar.

Si esperan que la sociedad vaya a golpear las puertas de la Legislatura para echar a patadas a los diputados, será una pérdida de tiempo. La sociedad no cree que en esta pelea haya “buenos y malos”. Cree que se están peleando por cuentas pendientes de la política no por temas que les interesen a los ciudadanos. Y las cuentas de la política se arreglan entre políticos. Cara a cara.

La semana en la que la «Alianza Dos Tercios” le asestó dos duros golpes al Gobierno, Das Neves estaba en Buenos Aires sentándose a pocos centímetros del presidente Mauricio Macri en la mesa de negociación con el resto de los gobernadores, peleando por la coparticipación.

Para que el gobernador siga estando en las mesas de negociación de las grandes ligas, sus generales, coroneles y comandantes tienen que estar en la trinchera, metiendo los pies en el barro y haciendo las negociaciones que haya que hacer para que el Gobierno tenga menos obstáculos. De lo contrario, la gesta será difícil.

Coparticipación

“Olvídense del decreto”, les dijo el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a los 23 gobernadores y al jefe de Gobierno porteño el jueves pasado, casi inmediatamente después del “buenas tardes” de rigor.

Frigerio, tal vez el mejor negociador que tenga hoy el Presidente Macri, desactivó rápidamente el temor de los gobernadores por el decreto presidencial que, en compensación a la derogación del decreto de Cristina de Kirchner que les devolvía el 15% de los fondos de coparticipación desviados a la Anses, les prometía pagárselos recién en cinco años.

A pesar de que todos compartieron sus miserias económicas en la previa del encuentro, ese comentario de Frigerio descomprimió la tensión y les dio a entender a todos que la devolución de los fondos coparticipables se hará en menor tiempo y con un nuevo esquema superador.

En este escenario, el Gobierno nacional volvió a darle a Das Neves un lugar de privilegio. El gobernador de Chubut estuvo sentado a la izquierda del propio Macri, que pasó unos minutos a saludar, de Frigerio y del ultramacrista Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño.

Ese papel es el que mejor le cabe a Das Neves y el perfil que más beneficia a Chubut. Estar sentado en un lugar privilegiado de la mesa en donde se negocia el futuro de la Argentina es más importante que tenerlo ocupado en las peleas de trinchera de la política chubutense.

Se sabe que a él le gusta estar en el frente de todas las batallas, pero mejor sería que esté tranquilo para resolver lo importante.

La oferta del Gobierno nacional ahora es devolver la coparticipación cuatro años. Frigerio, sin embargo, puso en la mesa de negociación otro tema que no debería soslayarse: entre todas las provincias le deben a la Nación más de $ 90.000 millones.

Como sea, casi todos los gobernadores se fueron satisfechos de haber podido empezar a dialogar una salida. Al Gobierno le cayó más que bien que Das Neves haya salido antes de la reunión a poner paños fríos con el reclamo de los gobernadores: “El 15% de coparticipación no se puede devolver de una vez”, dijo.

Antes, el chubutense ya le había dado otro apoyo en un tema clave para el Gobierno nacional: la derogación de las leyes de pago soberano y “cerrojo”, que Macri necesita como el agua.

Es que la reunión con los gobernadores se dio en medio de las negociaciones del Gobierno en el Congreso para derogar ambas leyes que piden los fondos buitre. Y en el Senado, precisamente, es donde mayores dificultades tiene el bloque de Cambiemos y en donde los gobernadores pueden ser determinantes para apoyar o resistir.

La propuesta es incrementar la coparticipación a razón del 3% por año que les prometió Frigerio a los gobernadores, más la chance de que algunos distritos –probablemente Chubut esté entre ellos- puedan sumar otro 3% anual en los primeros cuatro años a través de un instrumento financiero a definir en los próximos días, planteó un panorama alentador. No es un mal comienzo pero falta mucho, informó Diario Jornada.

Compartí esta noticia