“Uber chorros”: Se hacían pasar por choferes, marcaban a las víctimas y les robaban todo

La investigación se inició por la denuncia de una pareja, que fue asaltada cuando viajaba a su casa el 24 de enero pasado. Dos venezolanos de 26 y 35 años fueron detenidos este fin de…

lunes 20/02/2023 - 15:13
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La investigación se inició por la denuncia de una pareja, que fue asaltada cuando viajaba a su casa el 24 de enero pasado.

Dos venezolanos de 26 y 35 años fueron detenidos este fin de semana por la Policía de la Ciudad, acusados de hacerse pasar por choferes de Uber para robarles las pertenencias a los turistas que llegaban a Aeroparque.

La investigación se inició el 24 de enero pasado a raíz de la denuncia de una pareja, que al llegar al aeropuerto Jorge Newbery pidió un auto en la aplicación de viajes para ir a la localidad bonaerense de Benavídez pero, antes de llegar a su destino, fueron asaltados por el conductor.

La causa fue caratulada como “Robo agravado por el uso de armas” con intervención del Juzgado Nacional de Rogatorias, a cargo de Gabriel Ghirlanda, en el marco de un exhorto librado por el Juzgado de Garantías 2 del Departamento Judicial de Tigre.

Casi un mes después y tras una serie de allanamientos, en las últimas horas los efectivos detuvieron a dos sospechosos y secuestraron nueve teléfonos celulares y un auto marca Renault Logan usado para cometer los robos.

Los tres procedimientos se llevaron a cabo en la ciudad de Buenos Aires: el primero en un local destinado a la compra, venta y reparación de teléfonos celulares ubicado en Avenida Rivadavia al 2600, otro en una vivienda de calle Urquiza al 200 y, por último, un inmueble ubicado en calle en Valentín Gómez al 3000.

Cómo cayeron los sospechosos

Según indicó una fuente cercana a la investigación a Clarín, al momento de asignarse el viaje, el supuesto conductor del Uber le envió preguntas por la plataforma a la solicitante sobre cuántas personas iban a viajar, las edades y si tenían equipaje.

Además, el chofer aclaró que no le funcionaba el baúl, por lo que las valijas tendrían que ubicarlas del mismo lado, al lado de la ventanilla. Esa actitud fue la que llamó la atención de los clientes, y por eso que uno de ellos se quitó un reloj de alta gama que llevaba puesto para esconderlo entre su ropa.

Unos minutos después, cuando el coche ya estaba llegando a su destino, el Uber trucho fue interceptado por dos vehículos que le obligaron a detener la marcha. Obligaron a todos sus ocupantes a bajarse del auto para dirigirse hacia el lugar donde estaba el equipaje pero, al increpar a las víctimas, se “vendieron” solos: les exigieron que entregaran “el reloj” y otros objetos de valor.

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