Alrededor de las 10.30 de ayer se produjo un violento choque sobre Ruta 26 -unos 2 kilómetros antes de la entrada al campamento El Tordillo- accidente en el que se vieron involucrados un auto particular Toyota Camry y una utilitaria Mercedes Benz -con personal petrolero- de la empresa Fernández Argüelles al servicio de DLS dedicada a perforación, terminación, pulling, operación y mantenimiento de yacimientos.
Justamente el personal que transitaba en la Mercedes Benz Sprinter, dominio JCS 915, conformaba una dotación completa de trabajadores petroleros que operaba el equipo 339 de Pan American, integrado por Mario Navarro; Juan Villaroel; Marcos Neri; Martín Herrera y Marcos Derbes, mientras que el conductor de la utilitaria fue identificado como Andrés Cayunao.
En el Camry en tanto, con patente alfa numérica EWY 246, se desplazaban tres integrantes de la familia Capogrecco de la ciudad de Esquel, quienes se trasladaban a esta ciudad para realizar la compra de vehículos, según se pudo saber. Se trata de Víctor Ernesto -conductor del auto- acompañado en el asiento delantero por su hermano Waldo Rodrigo, mientras que en asiento posterior, del lado derecho, se ubicaba un sobrino de ambos -Marcos, de 17 años- quien falleció como consecuencia de los golpes recibidos en el tremendo choque.
Si bien el adolescente viajaba con el cinturón de seguridad ajustado a su cuerpo, la violencia del golpe habría provocado un violento golpe de su cabeza contra el parante de la puerta que, sumado a otros golpes recibidos en el primer impacto -justo sobre el costado en el que se encontraba- terminaron costándole la vida pocos minutos después de su rescate de entre los hierros retorcidos y durante el intento médico por brindarle los primeros auxilios cuando ya se encontraba sobre una de las ambulancias que llegaron al lugar del siniestro.
Desesperado intento
Luego del rescate de todas las personas que se ubicaban en los vehículos involucrados, operativo en el que participó personal policial de Rada Tilly a cargo del subcomisario Pablo Jaramillo; dos ambulancias de Pan American -que llegaron pocos minutos después del encontronazo-, una de EMEC, una de Emergencias, dos del Hospital Regional y una unidad de rescate de Rada Tilly, además del equipo de Bomberos 31 de esta ciudad; Defensa Civil y personal de Criminalística, se informó que los trabajadores petroleros acusaban golpes y escoriaciones que no revestían gravedad, mientras que los hermanos Capogrecco presentaban traumatismos varios y posibles quebraduras, aunque sus lesiones no hacían peligrar sus vidas, según se indicó en un principio.
Según lo relatado por los ocupantes de la Sprinter y que habría sido ratificado por el licenciado en Accidentología Vial Gilberto Marcos, el Toyota se desplazaba a alta velocidad lo que, luego de sobrepasar una curva abierta y cuando comenzaba a transitar por la recta adelantándose a la utilitaria -a 11 kilómetros del cruce de rutas 3 y 26- habría comenzado a realizar trompos sobre la cinta asfáltica, por lo que Cayunao habría intentado tirarse a la banquina, movimiento desesperado que no alcanzó a evitar el violento impacto.
Luego del accidente que terminó con los dos vehículos inutilizados totalmente, ya que además de los visibles destrozos del Camry, la Mercedes Benz resultó con su chasis doblado y partido -lo que hizo estallar los vidrios laterales-, el personal policial procedió al secuestro de los rodados luego del peritaje realizado en el lugar, tarea en la que se encontró alrededor de $7.000 en poder de los Capogrecco, mientras que en la Sprinter, se recalcó, sólo había equipos personales, algunas viandas y bebidas gaseosas, agregándose que todo el personal transitaba con los cinturones de seguridad colocados.
Fuente: Diario Crónica
