Tenía 12 años, un hombre la engañó por Facebook y la mató: el caso que impulsó la Ley de Grooming

La conmoción por el femicidio de Micaela Ortega trascendió los límites de Bahía Blanca, la ciudad donde vivía. El asesino confesó que la mató porque no quiso tener relaciones sexuales y lo condenaron a perpetua….

sábado 26/03/2022 - 10:02
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La conmoción por el femicidio de Micaela Ortega trascendió los límites de Bahía Blanca, la ciudad donde vivía. El asesino confesó que la mató porque no quiso tener relaciones sexuales y lo condenaron a perpetua. “Para mi nada es suficiente porque mi hija está muerta”, dijo la madre de la víctima.

El 23 de abril de 2016 la vida de Mónica Cid cambió para siempre. Ese día cuando se despertó descubrió que su hija había desaparecido y nunca más volvió a verla. “Perdón, los extraño, voy a estar bien. No me busquen, voy a estar en la casa de una amiga en Ingeniero White”, había escrito en una nota Micaela Ortega, que entonces tenía 12 años.

El crimen de Mica impulsó la ley de grooming que hoy lleva su nombre y su asesino, Jonathan Luna, fue juzgado y condenado a prisión perpetua en octubre de 2017, según publica TN.

“Logramos una condena ejemplar, pero no existe reparación para la pérdida de un hijo”, dijo la mamá de Micaela, Mónica Cid.

Mica se fue de su casa hace seis años para encontrarse con una supuesta amiga de su edad que había conocido por Facebook. Sin embargo, era Luna quien la había contactado escondido detrás de un falso perfil a nombre de “La Rochi de River”.

“Te va a ir a buscar un primo mío”, mintió el femicida por chat, después de convencerla para conocerse personalmente. Ella cayó en la trampa y los investigadores tardaron más de un mes en encontrar su cuerpo. Luna la había golpeado en la cabeza y estrangulado.

Las cámaras municipales fueron claves en la causa para resolver el caso, ya que habían registrado a la menor caminando por la calle con Luna y esas imágenes, que se viralizaron, facilitaron la identificación del sospechoso. La trama de lo que había ocurrido realmente se completó una vez que pudieron acceder a los mensajes privados de Micaela en las redes sociales e intervenir su teléfono.

La confesión del femicida

Tres testigos reconocieron a Luna en las filmaciones de las cámaras junto a Micaela. Entre ellos, fue determinante la declaración de la pareja de Luna, quien contó que lo había reconocido en las imágenes pero dijo que la había amenazado con matarla para que no hablara.

Otro testimonio clave fue el de una vecina, ante la cual Luna había confesado los motivos por los que había asesinado a la víctima. “Lo que le pasó a Micaela fue porque no quiso tener relaciones sexuales”, habría sido la frase, según declaró esa testigo.

La Justicia ordenó entonces un allanamiento en la casa del sospechoso, donde secuestraron el celular y la campera de Micaela. Acorralado totalmente, terminó siendo Luna el que brindó a la policía detalles precisos para encontrar el cuerpo de la nena.

Luna fue condenado a la pena máxima en octubre de 2017, en el marco del primer caso de “grooming” seguido de muerte.

El grooming está definido como “la acción en la que una persona, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contacte a una persona menor de edad con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”.

“Micaela era una loca linda”, contó su mamá con la voz entrecortada. Y agregó: “Era super alegre, le encantaba patinar, decía que volaba con sus patines. Ella quería brillar”. La noche anterior a su desaparición, las dos habían discutido porque Mica quería salir y ella no le daba permiso. Sin embargo, antes de dormirse se le apareció de repente en la habitación, le dio un beso y le dijo: “Ma, yo te amo”.

“Pasan los días, pasan los años y el dolor está ahí”, dice con tristeza Mónica. Es que la ausencia de su hija no conoce de relojes. Por el contrario, enfatizó: “La mitad de mi corazón se fue con ella”. Entonces con la otra parte que le quedó en la mano, reconoce que los días después del femicidio de Micaela se vuelven más difíciles cada vez. “Mi hijo y mis dos nietas son mi motor para poder seguir”, aseguró.

En ese sentido, la Justicia sentenció a Luna a la pena máxima prevista por el Código Penal en nuestro país pero sigue pareciendo poco al lado del daño infinito que causó. “Para mi nada es suficiente porque mi hija está muerta”, explicó Mónica, y añadió: “Ella ya no tiene derechos, ya no tiene nada y yo tampoco”.

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