Su lucha contra el COVID se hizo viral y tras su muerte descansa en la Patagonia

Lara Arreguiz, de 22 años, falleció por falta de atención médica en el peor momento de la segunda ola. Ocurrió en Santa Fe. Su familia eligió el sur neuquino para esparcir sus cenizas. A ocho…

domingo 23/01/2022 - 10:53
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Lara Arreguiz, de 22 años, falleció por falta de atención médica en el peor momento de la segunda ola. Ocurrió en Santa Fe. Su familia eligió el sur neuquino para esparcir sus cenizas.

A ocho meses del fallecimiento de Lara Arreguiz, de 22 años, por falta de atención médica cuando el sistema de Salud argentino se encontraba saturado a causa de la segunda ola de COVID, su familia la despidió en un simbólico acto en el Lago Huechulafquen. Según LMN, el lugar fue elegido dado el cariño que la joven sentía por el sur neuquino.

Tras tener que haber postergado el viaje por meses, la familia pudo arribar a Junín de los Andes a visitar a parientes y despedir en un sentido homenaje a Lara en uno de sus lugares favoritos, según contó su mamá, Claudia Sanchez, en sus redes sociales.

Rodeada de pétalos de rosas que te acompañaron, comenzaste un nuevo viaje por el lugar que amabas. Siempre en nuestro corazón y como un ser de luz que nos acompaña cada día. #JusticiaPorLara”, fue la publicación realizada en Facebook por la mamá de la joven. Además, acompañó el posteo con fotos y un video donde se ve a la familia entera arrojando sus cenizas a un lago Huechulafquen.

Claudia contó que, una parte de las cenizas decidieron ponerlas en un árbol, regalo de una amiga de Lara y que cuando tenga un tamaño adecuado planean plantarlo en una plaza a la que iban juntas siempre.

La foto más desgarradora de la pandemia

Lara Arreguiz se hizo tristemente conocida en mayo de 2021 cuando una foto suya, durmiendo en el piso de una guardia, se hizo viral en Twitter. En la imagen, la joven de 22 años estaba acostada en el frío piso de un hospital sin cama ni atención y tapada con una campera que le colocó su madre para que no tuviera frío, mientras esperaba que la viera algún médico.

Lara, quien al ser insulinodependiente, y contagiarse de coronavirus, cursó un cuadro severo la enfermedad que terminó con su muerte. Recorrió tres establecimientos médicos antes de ser atendida. La joven fue trasladada al ex Hospital Iturraspe, donde a los pocos días le consiguieron una cama en una sala intermedia y luego la internaron en terapia intensiva donde la intubaron.

Mientras estaba en el nosocomio, la joven se contactaba con su mamá a través de mensajes de texto y le contó la poca atención médica que recibía. A los días, el cuadro que presentaba de neumonía bilateral que le había provocado el virus se complicó y murió.

Dadas las circunstancias, la Sección Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) abrió una causa bajo la carátula de “homicidio con dolo eventual y presunto abandono de persona”. La familia de Lara se constituyó como querellante.

Sin embargo, al día de hoy la causa que se abrió a raíz de su muerte, y en la que se investiga la responsabilidad penal del personal médico, de enfermería y seguridad que la atendió, se encuentra frenada.

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