“Sentía que lo tragaba más la tierra»: El dramático rescate de un niño que cayó en un sumidero de arcilla en Rocas Coloradas

Andrea Farías relató un incidente familiar en Rocas Coloradas, donde su hijo cayó en un sumidero de arcilla blanca que funciona como arena movediza, quedando hundido hasta los hombros.

jueves 23/10/2025 - 15:30
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El rescate, realizado por sus amigos, puso en evidencia el peligro de estos pozos, que se ven planos y firmes pero ocultan lodo y agua que «chupa para abajo».

Farías advirtió que esta trampa es común en la costa patagónica y que la experiencia les sirvió de lección sobre los riesgos del terreno, un recuerdo que se reactivó al ver el caso de la desaparición de personas en un sumidero similar.

La mujer, una residente de la zona con experiencia en camping y pesca en Rocas Coloradas, al norte de esta ciudad compartió un impactante testimonio sobre el peligro de los sumideros de arcilla que se asemejan a arenas movedizas, un riesgo común en el paisaje patagónico. Su relato surge al recordar una experiencia familiar tras ver imágenes de la desaparición de personas en un sumidero similar.

Farías relató en diálogo con Radiocracia un incidente que ocurrió mientras acampaban en la zona de Rocas Coloradas, cuando su hijo, Renzo, de 12 o 13 años, cayó en uno de estos pozos de arcilla blanca: “pasó un día que estábamos armando campamentos… Y viene uno de los chicos a decirnos que Renzo había caído en un pozo, uno de mis hijos. Estaba hasta los hombros prácticamente y los otros nenes con los que andaban fueron los que lo ayudaban, lo estaban ayudando a salir”, relató.

Y agregó: “él se movía y sentía, dice, que lo tragaba más la tierra y salió todo embarrado blanco, así con un lodo pegajoso blanco. Mientras más se movía para querer salir, es que sentía como que lo tragaba la fuerza… entonces los chicos hicieron como un puente así para agarrarlo y sacarlo”.

La entrevistada explicó que estos pozos son sumideros de arcilla que actúan como ‘arena movediza’ y son parte del paisaje, lo que los hace peligrosos para quienes no los conocen o se confían.

El peligro oculto y la lección aprendida

Farías advirtió que la apariencia de la superficie es engañosa, lo que aumenta el riesgo para los visitantes. “Vos ves la tierra y parece que estuviese lisa y blanca… y quizás quieres pisar pensando que está firme y eso te hunde abajo. Está todo como agua, lodo y te chupa para abajo”, continuó.

Y aseguró que “es como que por abajo es hueco, la arcilla, con la lluvia y toda el agua que se estanca y todo es como que se queda abajo y forma como huecos abajo… y por eso es que por arriba vos lo ves así, cuando pisaste te vas para abajo. Si hubiese avanzado más, los chicos no sé si llegaban a agarrarlo porque quedó hasta los hombros prácticamente, los brazos nada más le quedaron afuera. O sea, podría haber desaparecido así muy lentamente”.

La experiencia sirvió como una lección para su familia, que desde entonces extremó las precauciones en la zona. Farías reflexionó sobre el peligro que representan estos lugares para quienes no están familiarizados con el terreno, especialmente al ver las imágenes de la posible desaparición de personas en un sumidero similar.

“Lo primero que pensé, yo digo, si salieron a buscar ayuda y no conocían, estaba el peligro ese… Porque vos te confías de que ahí está planito, ¿entendés? Porque es todo irregular el terreno… Y de golpe ves esa superficie planita y vos te imaginás, ¡ay, acá voy a poder caminar bien! Y resulta que es una trampa”, concluyó.

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