Las obras de reparación sobre la avenida Rivadavia, una de las pocas vías de ascenso hacia la Loma junto con la calle Rausón, comenzarán la próxima semana y tendrán una duración estimada de un mes, según informó el secretario de Infraestructura, Luis Romero. El objetivo es acelerar los tiempos mediante el uso de aditivos especiales que permiten un fraguado más rápido del hormigón, aunque las condiciones climáticas y la complejidad del terreno podrían extender los plazos.
“Se estima que, una vez coladas las losas y estabilizado el suelo —algo fundamental en zonas con pendiente—, se requerirán 15 días de espera para el fraguado, tal como lo indica el material. Pero a eso hay que sumarle el recambio de suelo y las tareas previas”, explicó Romero.
Actualmente, el acceso a la Loma presenta una dificultad estructural, ya que solo se puede subir por Rausón o Rivadavia, mientras que las bajadas habilitadas son tres: San Martín, Andellini y Líquido Riego. Por ese motivo, el cierre parcial o total de Rivadavia implica un impacto considerable en la circulación vehicular, especialmente para colectivos y camiones recolectores.
Romero también remarcó que la obra tendrá seguimiento técnico, con libro de obra, inspección, garantía y todos los requisitos formales. Y aclaró que el trabajo 24/7 no siempre es viable por cuestiones gremiales, de costos y por las molestias que generan los grandes equipos en zonas residenciales.
Durante abril ya se habían realizado acciones preventivas ante las lluvias, colocando bolsones para evitar daños en viviendas linderas. “Hablamos de un mes, que puede parecer mucho, pero en realidad es un plazo acotado si se considera la magnitud de la obra y su impacto”, concluyó el funcionario.
