El empresario turístico madrynense cargó contra la función pública en general por las restricciones impuestas que limitan a hoteleros y gastronómicos, entre otros sectores comerciales, por los horarios de circulación vigentes.
“Nosotros no interpretamos bien si los horarios pasan porque el virus a partir de las 7 de la tarde se incrementa, o los contagios a la noche trabajan con más aceleración. Estar en un restaurante sentado con todos los protocolos correspondientes a las 7 de la tarde o a las 11 de la noche es lo mismo”, enfatizó Guillermo “Willie” Paats.
Y agregó que “Puerto Madryn no tiene su circunstancia, por suerte, creo que incluso en Trelew también pueden estar abiertos hasta las 11 de la noche y hay una tolerancia hasta las 12 para ya cerrar y que los clientes vuelvan a sus casas. No interpretamos a qué se deben esos horarios, si desde las 6 de la mañana a las 7 de la tarde tiene una forma de comportarse el virus y de 19 a 6, otra. No lo creemos, pero es lo que nos toca vivir en este caso a Comodoro Rivadavia”.
“Hay algo fundamental: desde la sociedad no vemos un mensaje de la política de compromiso serio. Creo que la pandemia era una gran oportunidad que tenía nuestra provincia de producir ajustes, de sentarnos a diagramar y programar, cambiar esta ecuación de la cantidad de empleados que tenemos en diferentes sectores; todo esto sin ningún fundamento, analizó”.
En diálogo con FM La Petrolera 89.3 MHz, Paats remarcó que “no hubo iniciativas como decir que ‘todos los diputados vamos a ceder un 20 o 30% de la dieta como para decir que los hospitales tengan más salas de terapia intensiva, más respiradores’ o que haya realmente un mensaje hacia el sector privado que realmente la está pasando muy mal, porque es así”.
En ese sentido, citó como ejemplo que “hace tres días un amigo gastronómico de Puerto Madryn me llamó para ofrecerme una cocina porque tiene dos y quiere vender una para pagar porque ya tiene el aviso de corte de luz. La verdad es que estaba tan abatido, ya había vendido otros elementos como una amasadora profesional que no tenía ni dos años de antigüedad”. “Esa es la frustración de la gente y la situación de abatimiento que padece, y por la que aparecen expresiones de repudio a la situación como que la gente ya no se cuida ni siquiera en la forma en la que dice las cosas. El enojo es realmente intenso y eso es lo que veo: que hay sectores políticos que no se dan cuenta”, concluyó Paats.
