Un operativo de seguridad preventiva causó caos en el tránsito vehicular que une el centro de la ciudad con Km. 3 entre las 18 y 21 aproximadamente, tras el hallazgo de lo que asemejaba tratarse de un poderoso artefacto explosivo de fabricación militar debajo de un trailer en desuso y entre otras chatarras y las arboledas de lo que fue un antiguo tambo en la zona de «El infiernillo», a unos 400 metros de la estación de servicio Eureka y a la vera del camino «Centenario».
Todo comenzó cuando pasadas las 18, efectivos policiales con la colaboración de Tránsito municipal comenzaron a cortar el tráfico del camino «Centenario» y pocos sabían los motivos. Con el transcurrir de los minutos la llegada de unidades de Bomberos Voluntarios, Defensa Civil Municipal y de efectivos policiales del Grupo Especial de Operaciones Policiales –GEOP- dejaban entrever que, pese al hermetismo de los primeros instantes, algo realmente grave sucedía o podría suceder.
El titular de la Seccional Primera comisario inspector Rubén Cifuentes y el propio jefe de la Unidad Regional comisario mayor Edgar Gustavo Alfredo develarían en parte la incógnita: el hallazgo de una ojiva con semejanza de punta de un misil, con peso oscilante en los 100 kilos, dejaba entrever que se trataba de un artefacto explosivo en actividad, motivando tomar todas las precauciones pertinentes para evitar disgustos mayores.
Lo primero que se resolvió es que el GEOP desenterrara parte del artefacto con los mayores recaudos posibles y una vez que se consiguiera cargarlo a un cajón con arena para evitar mayores movimientos, trasladarlo unos 1.000 metros hacia el cerro cercano al circuito ciclístico de mountain bike, para hacerlo estallar en ese lugar y no trasladarlo hacia otro por calles de la ciudad.
A todo esto, el corte de tránsito tanto del sur como del norte causaba estragos en conductores que se encontraban con la sorpresa y muchos optaron entonces por alargar sus recorridos y circular hacia la zona oeste de la ciudad para proseguir por el camino «Roque González» y lo mismo sucedía con quienes lo hacían de norte a sur para llegar a la avenida Polonia.
En un momento dado, desde el GEOP informaban que no podían levantarlo manualmente, por lo que se solicitó una grúa con brazo hidráulico. Pasaban los minutos y el factor climático complicaba un tanto la situación con viento y algo de lluvia que asomaba del noroeste y las sombras de la noche avanzaban inexorablemente y aún nada se resolvía.
Se informaría del hallazgo al Ejército Argentino y arribaría al lugar minutos después de las 20:30 el teniente coronel Aravena, y también tenía conocimiento la Fiscalía Federal.
Al parecer, todo indicaba que sería una fuerza armada nacional la que se haría cargo del asunto, aunque siendo ya las 22 era muy probable que se dejara rigurosa consigna en el lugar y se esperaran las primeras luces del sol de esta mañana.
La procedencia dataría de décadas
Se desconocía la procedencia del artefacto, pero algunos memoriosos que llegaron al lugar recordaban haber escuchado de boca del antiguo encargado del desaparecido tambo, que en el lugar donde actualmente se encuentra el circuito de mountain bike, en las primeras décadas del siglo pasado existió un polvorín y se manejaba como hipótesis que dicho artefacto alguien pudo tenerlo incluso de adorno en su casa o bien las lluvias de tantos años hicieron erosión en el suelo y dejaron a la vista la pesada ojiva. «Es probable que sea inofensiva, pero está activa y puede resultar altamente peligrosa, conviene ser precavidos» señalaban algunas autoridades preventivas en el lugar.
Lo cierto es que hasta anoche seguía siendo toda una incógnita la procedencia y hasta se rumoreaba que podría haber pertenecido a Prefectura Naval. Recién en las próximas horas podría develarse el misterio.
Fuente: Diario Crónica
