Marcos, el nieto 128: «es la restitución de 42 años de amor no vivido»

Las Abuelas anunciaron la restitución de una nueva identidad: Marcos, que fue secuestrado en Tucumán junto a su mamá, Rosario del Carmen Ramos. Abuelas de Plaza de Mayo confirmó la restitución del nieto 128: se…

viernes 03/08/2018 - 15:36
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Las Abuelas anunciaron la restitución de una nueva identidad: Marcos, que fue secuestrado en Tucumán junto a su mamá, Rosario del Carmen Ramos.

Abuelas de Plaza de Mayo confirmó la restitución del nieto 128: se llama Marcos y es hijo de Rosario del Carmen Ramos, quien en junio de 1976 fue desaparecida en Tucumán por la última dictadura cívico-militar. «Para mí es la restitución del amor no vivido hace 42 años», expresó Camilo, uno de los hermanos del hombre de 42 años que ya se reencontró con su familia de origen.

El anuncio fue hecho en la sede del organismo de derechos humanos, cuya titular, Estela de Carlotto. «Como ven, somos poquitas Abuelas acá, somos cuatro. El resto ya no está, o está enfermita. Pero con nuestro equipo incansable de jóvenes que nos ayuda a seguir caminando, mientras tengamos vida seguiremos buscando a los centenares de nietos que aún faltan», expresó Estela.

Marcos nació el 9 de junio de 1976 y en noviembre de ese año su madre, él e Ismael fueron secuestrados durante un operativo ilegal de las fuerzas de seguridad en la capital provincial. Los niños fueron llevados una casa quinta en la localidad de Tafi Viejo, de la que Ismael escapó mientras que el bebé quedó con sus captores. Desde entonces no se veían.

Marcos Eduardo Ramos es hijo de Ismael Amado Suleiman y de Rosario del Carmen, quien había nacido en Santiago del Estero en octubre de 1948, fue militante del PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) y a los 28 años, luego de separarse y estando embarazada, fue secuestrada en la localidad de San José, Tucumán. La mantuvieron cautiva durante semanas hasta que fue liberada y tres meses después fue desaparecida.

Carlotto contó que el proceso de búsqueda fue iniciado por Ismael Ramos, quien se acercó a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y contó que en 1976 había sido secuestrado con su hermano y su madre, y que nunca más había sabido de ellos. En 2013 se recibió una denuncia que daba cuenta de la existencia de un joven que era hijo de desaparecidos, apropiado por una persona que estaba imputada por delitos de lesa humanidad en Tucumán, cuya identidad no fue revelada.

La investigación contrastó esa información y se hizo la denuncia formal ante la Justicia tucumana, que a su vez le dio lugar a la Justicia federal, que a su vez ordenó la extracción de muestras de material genético para comprobar su origen. “Marcos accedió voluntariamente a realizarse los exámenes de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos”, destacó Carlotto.

“Nuestros nietos y nietas pueden estar en cualquier rincón. Cualquier información por insignificante que pueda parecer, quizás resulte la pieza faltante para dar con uno de ellos”, recordó la referente del organismo de derechos humanos.

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