Macri en Clarín: Muchas promesas, pocos anuncios y ninguna repregunta

Lo primero que sorprende de la entrevista del diario Clarín al presidente Mauricio Macri es la ausencia de los columnistas políticos, y el motivo provoca especulaciones diferentes (no son las mismas dentro del matutino que…

domingo 20/11/2016 - 11:49
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Lo primero que sorprende de la entrevista del diario Clarín al presidente Mauricio Macri es la ausencia de los columnistas políticos, y el motivo provoca especulaciones diferentes (no son las mismas dentro del matutino que entre los periodistas fuera del matutino y menos entre los políticos lectores).

macri-clarinLo cierto es que el cometido lo realizó una mesa de Redacción que comandó el ascendente en Clarín, Fernando González; Marcelo Cantón, Eduardo Paladini, Ignacio Miri, Santiago Fioriti, y la responsable de las revistas de la editorial, Silvia Fesquet. El título elegido no fue un anuncio sino una promesa presidencial, repleta de voluntarismo: «Vamos a ganar las elecciones en 2017 porque la gente quiere seguir en esta línea». El equipo preguntó mucho, pero Macri pudo evitar definiciones porque no hubo repreguntas.

De la entrevista del diario Clarín al presidente Mauricio Macri, lo más destacado en el texto principal es… Elisa Carrió, un tema complicadísimo para el mandatario, tal como se dice en privado en Cambiemos pero que él intenta sobrellevar con discreción ante la opinión pública.

Obsérvese la ausencia de definiciones del Presidente:

«(…) -¿Cómo está Cambiemos? La UCR se queja de que tiene poco espacio en el Gobierno y Carrió dice que cuando hace definiciones contundentes usted tiembla. ¿Es así?

-Yo lo veo bien. Y si miro para atrás… se suponía que no llegábamos a la elección juntos, que iba a volar todos por losaires. Por supuesto, todos quieren siempre más espacio, más protagonismo. Tal vez uno de los temas del siglo XXI: el ego de la gente. Yo diría que estoy contento, siento que ha habido una buena convivencia. Hay buenos gobernadores radicalescon los que trabajamos codo a codo, hay buenos dirigentes radicales en el Gobierno y haybuenos legisladores. Y con Lilita pasamos de una década de absoluta incompatibilidad a tener una relación basada en la confianza y en el afecto. Yo la valoro.

-Ella dice que Angelici lo perjudica en el frente judicial y Majdalani en el área de Inteligencia. ¿Va a hacer cambios?

-Respondo lo que hablé con ella. Tenemos distintas visiones. Mi tarea es sumar a la mayor cantidad de argentinos a que sea parte del cambio. No somos todos iguales, pero lo importante es que todos coincidamos en una agenda de mayor institucionalidad, demayor transparencia, demayor profesionalidad. Son herramientas centrales para que la Argentina pueda crecer y ser más creíble.

-¿Qué se juega el año que viene? ¿Aprovechará para hacer cambios en el Gabinete?

-Yo cambio cuando siento que alguien no funciona. Si el equipo funciona va a continuar. Nunca hice grandes cambios, ni en Boca ni en la Ciudad. El año que viene se juega consolidar este cambio cultural, claramente. Por suerte, vamos a ganar la elección porque los argentinos van a decir que quieren seguir en esta línea. Porque por más que cueste, por más que va a llevar tiempo, sabemos que es la única, que no hay otra. Ojalá alguien me traiga otra alternativa para tener los mismos resultados más rápido. Pero yo no la veo y mientras no la vea voy a seguir defendiendo mi compromiso de decir la verdad para salir de la pobreza y construir un país que incluya a todos.

-¿Ya tiene en mente los candidatos a legisladores? ¿Le gusta Carrió como candidata?

-La verdad, no he hablado de una sola candidatura. Siento que faltan años. La prioridad es ocuparnos de los problemas. Y el mandato de la gente es ese. Lo que más aplaude la gente en este sistemático recorrido que he hecho en la Argentina en estos meses es verme trabajando junto a los gobernadores y a los intendentes que no pertenecen a mi partido: la gente quiere eso. Merece soluciones y sentir que no perdemos el tiempo en pavadas. Vamos a tener campañas precisas y cortas porque la tarea no es hacer campaña.

-¿Piensa en un dirigente más parecido a Jorge Macri o a Carrió, que es una posibilidad bien diferente? ¿O piensa en un dirigente que no haya estado en los primeros planos electorales, como Esteban Bullrich o Manes?

-Nombraste toda gente valiosa. Cualquiera de ellos podría ser un gran candidato. No lo tengo que elegir ahora, pero te d escarto uno: no voy a sacar a uno de los mejores ministros de la historia de Educación por una elección.

-¿Le molesta que Vidal tenga 15 puntos más de imagen positiva que usted?

-Me encantaría que tuviera 30. Sería el hombre más feliz del mundo. Es una dirigente brillante y me emociona su compromiso. Yo estoy ahí, al lado, para cuidarla y acompañarla en todo. Necesitamos una provincia ordenada. Lo que ella recibió es igual de malo que lo que recibimos a nivel nacional. (…)».

El contraste

Pero obsérvese el problema de la ausencia de repreguntas a un entrevistado claramente evasivo: Jaime Rosemberg, en la nota de tapa del diario La Nación (‘primo’ de Clarín), aborda los rumores de cambios de gabinete y tiene una not icia: Macri mandó a hacer una encuesta sobre efectividad de los ministros, para evaluarlos y así definir cambios posibles. Probablemente quienes leen este tipo de noticias en los diarios prefieran la nota de La Nación -un off the record quizá con Marcos Peña, el jefe de Gabinete de Ministros; o Jorge Greco, el secretario de Medios-, al reportaje de Clarín:

«(…) «Mario y Gustavo tienen una obsesión: la ejecutividad, que lo que se planea se cumpla. Por eso comenzaron a evaluar ministerio por ministerio», concedió un vocero del Gobierno que conoce los movimientos del dúo de funcionarios encargados del «tablero de control» de la gestión.

«Más allá de las declaraciones públicas, el Presidente está preocupado porque hay performances muy desparejas, y ya pasó casi un año de gobierno», confiesa en la intimidad uno de los funcionarios de mayor jerarquía de la administración.

La actividad de recopilación de datos comenzó hace pocos días. Desde la coordinación de comunicación estratégica de la jefatura de Gabinete que encabeza Hernán Iglesias Illia, enlace entre Lopetegui y Quintana y Peña, comenzó a almacenarse información de los logros y retrocesos de cada ministerio.

«Básicamente, se les pregunta a los ministros cuáles eran los objetivos a cumplir a principios de año, cuáles se cumplieron y cuáles están demorados por distintas razones.

No se habla de fracasos ni de errores, sino de objetivos que no llegan a cumplirse», explicó un funcionario que sabe de la iniciativa.

El pedido fue confirmado por tres ministerios a LA NACION, y un allegado a Macri calificó de «sano» el proceso iniciado, «porque a lo mejor se puede ayudar al que viene más atrasado a cumplir con los objetivos», afirmó el funcionario.

Una vez recopilada la información de la performance anual, la «evaluación política» quedará a cargo de Peña, Quintana y Lopetegui, además de la opinión más importante: la del propio Presidente.

«A Macri lo inquietan algunas faltas en el avance del Gobierno en áreas importantes, como la económica, que es muy amplia. Y, además, no le gusta demasiado que algunos ministros inviertan su tiempo en viajes, cócteles o reuniones en lugar de abocarse a cumplir objetivos», afirmaron desde el seno del Gobierno. (…)».

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