El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó hoy que los incidentes ocurridos el jueves pasado en Constitución «están armados» y «no son casuales», y responsabilizó al «Partido Obrero duhaldista» de «ser funcional» a este tipo de hechos.
«El tema de la conspiración es fuerte. Yo digo que está armado, está provocado. Hay dirigentes de mi partido que están detrás de este tema. Hay punteros reconocidos que están detrás de este tema. Hay partidos como el Partido Obrero y otros trotskistas que son funcionales. Pareciera que fuera el Partido Obrero duhaldista», dijo Fernández en declaraciones a radio Mitre.
Para el funcionario, el PO «juega con determinadas acciones que son solamente motivadas por determinados punteros ligados a Duhalde» y se preguntó «cuál es el beneficio de esas acciones que, multiplicadas por algunos medios de manera bochornosa, buscan generar una situación de esas características o hacer preocupar a la sociedad».
«Yo no creo en las casualidades, sino en las causalidades. Se ha preparado para ser de esa manera. Un señor que está enojado porque no quiere viajar no es un ladrón. Este tipo de cosas no son casuales, son causales, estan preparadas para provocar ese desmán», añadió.
Fernández explicó que los hechos del jueves pasado se produjeron a una hora en la que hay «un pico de 60 mil personas por hora y (durante los incidentes) eran 200 o 250 personas provocando desmanes».
«La secretaría de Transporte ya había aumentado la frecuencia del transporte automotor de forma tal de morigerar el conflicto. Se había buscado una alternativa que había resuelto la vida de los otros 59.800, y los 200 que se quedaron lo hicieron con la vocación de hacer daño», indicó.
En tanto, el jefe de Gabinete defendió el accionar de la Policía Federal ese día, que debió actuar con carros hidrantes para dispersar a los manifestantes.
«No llegaron tarde, aunque salieran del Departamento de Policía, es muy cerquita y llegan muy rápido. Pero lo que uno espera es el momento oportuno», dijo y añadió: «tampoco va a estar amenazando o poniéndole algún gesto duro a culquier persona que está tratando de viajar la víspera de Nochebuena».
(Télam)
