Además, indicó que si bien Nación aseguró que continuará el tributo social a través de la tarjeta SUBE para aquellos que lo necesitan, aclaró que “se desregula completamente el transporte de pasajeros y se lo deja “a la buena de Dios”, considerando que hay jurisdicciones que no utilizan la tarjeta.
“Ante este nuevo cuadro de situación, las compañías tendrán la facultad de subir el valor de sus tarifas sin ningún tipo de límite, generando discordia y conflictos entre el Estado Nacional y los Estados Provinciales, afectando a la ciudadanía y los usuarios en general y a los trabajadores y sus fuentes de trabajo en particular”, señaló.
Y añadió: “Somos testigos, a la luz de las medidas anunciadas, de un radical cambio de sistema de transporte público de pasajeros, sin la más mínima transición o planificación. Se carece de una hoja de ruta, sin ella, el sistema de transporte colapsará, inevitablemente e irremediablemente”.
En tanto, expresó que “este esquema genera incertidumbre, en cuanto al pago del salario de los trabajadores y a la prestación del servicio público”.
Igualmente, sostuvo que “es sorprendente que el Estado Nación actúe sin una hoja de ruta, solo analizando cuestiones financieras o de caja, como de parte de los empresarios del transporte que se limitan a actuar como siempre, a dar la voz de alarma intranquilizando a usuarios y trabajadores”.
Finalmente, concluyó que “como entidad sindical es nuestro deber advertir lo que pasa y estamos dispuestos a colaborar en una hoja de ruta o plan de transición, en el que participen todos los protagonistas involucrados”.