
El incremento de la morosidad de las tarjetas de crédito registrado en abril que siguió en mayo y junio, no solo pone en duda la continuidad del consumo en los próximos meses, sino que también podría afectar a las acciones del sector financiero.
Así lo advierte en su último reporte la consultora Labor, Capital and Grouth (LCG) en el cual advierte que el problema que quedó registrado según datos oficiales hasta el cuarto mes, tiende a agravarse.
“La mora del financiamiento a familias, en el marco de calcular pérdidas crediticias esperadas (según normas internacionales) castigará el resultado de los bancos”, señala el reporte de LCG.
El 2025 es un año negativo para los papeles del segmento financiero. En lo que va de 2025, la acción del Grupo Supervielle se hunde 25%; la de Banco Macro, un 24,3%; la Grupo Financiero Galicia, un 15% y BBVA, un 11,5% en el S&P Merval. Si bien las bajas de mercado obedecen a cuestiones macroeconómicas, el hecho de que se incremente la morosidad de las familias puede impactar aún más.
Tanto bancos como empresas que prestan servicios financieros empiezan a analizar con preocupación los datos sobre retrasos en los pagos, publicó Ámbito.
De acuerdo con la consultora LCG “los datos públicos de morosidad (hasta abril 2025) muestran que subió a 4,6% en préstamos personales y a 2,9% en tarjetas”.
“No son niveles alarmantes, pero diversos bancos comentan que la morosidad continuó en aumento en mayo y junio, afectando a familias de varios segmentos económicos”, dice LCG.
El reporte detalla que “en tarjetas se vio un patrón: primero, cada vez más cancelaciones de montos apenas arriba del mínimo, y luego ni siquiera llegando al mínimo (mora)”.
El informe sostiene que entre los posibles factores de la mora están en primer lugar en que los préstamos a familias, fundamentales para sostener el consumo, comenzaron a tener un gran peso al compararlos con un salario que no termina de despegar y en segundo término, la tasa de interés.
“Con relación al salario, los préstamos personales mostraron una acelerada suba respecto del piso mínimo de abril de 2024, mientras que el financiamiento vía tarjeta de crédito ya se encuentra en máximos. En este contexto, luce razonable que las familias están teniendo dificultades para pagar sus deudas”, añade el reporte.
El relevamiento indica que “posiblemente estas cuestiones anticipen una mayor desaceleración en el crecimiento de los préstamos a familias y comiencen a generar dudas sobre la capacidad de seguir sosteniendo el aumento del consumo en los próximos meses”.