
Este lunes comenzó en Esquel el juicio oral contra una familia oriunda de Comodoro Rivadavia, acusada de haber engañado a una mujer de 87 años para robarle todos sus ahorros, en un caso que conmueve a la comunidad local. La víctima, reconocida por su trayectoria como peluquera, fue víctima de un «cuento del tío» que le costó una suma millonaria en pesos y dólares, acumulados a lo largo de toda su vida.
Según la acusación presentada por la Fiscalía y la querella, dos hermanos se hicieron pasar por el nieto de la víctima a través de nueve llamadas telefónicas realizadas en menos de dos horas desde Buenos Aires. En una de esas llamadas, un interlocutor masculino la convenció de que debía entregar sus ahorros a un supuesto amigo de confianza, alertándola sobre nuevas medidas económicas que harían caer el valor del dólar.
Minutos después, uno de los hermanos se presentó en el domicilio de la mujer y retiró el dinero en una valija. Luego huyó en un Volkswagen Up junto a su hermano hacia Comodoro. Allí, solicitaron la colaboración de su madre, quien llegó en una camioneta Toyota SW4 para cambiar de vehículo y ocultar el dinero. Al día siguiente, los tres acusados fueron vistos saliendo con bolsas que se presume contenían el botín.
La fiscal María Bottini y el procurador Ismael Cerda los acusaron a los hermanos como coautores del delito de estafa, y a la madre como partícipe secundaria, solicitando además que se la considere encubridora en forma subsidiaria. El abogado de la víctima, Gustavo Di Fiori, se adhirió a la acusación y adelantó que también buscarán una reparación económica por los daños sufridos.
La defensa, por su parte, pidió la absolución de los tres imputados argumentando que la prueba es solo indiciaria y no alcanza para una condena. Este lunes comenzaron a declarar los primeros nueve testigos, y para el martes está prevista la declaración de otros once, con lo que finalizaría la etapa de prueba testimonial.
La Fiscalía rechazó una propuesta de acuerdo de los imputados que ofrecía entregar vehículos usados en la maniobra como reparación, calificándola de irrisoria dada la gravedad del delito y las circunstancias agravantes, como la edad avanzada de la víctima y la planificación del hecho.