El empate 1 a 1 ante Belgrano le aseguró la permanencia al Globo: Zelarayán puso el 1 a 0 para el Pirata y luego igualó Chiqui Pérez, en contra. Casi no hubo ataques en el segundo tiempo.
¡Cuánto desahogo, Globo! ¡Qué tremendo alivio! En los últimos minutos el agua de la lluvia se mezcló con la transpiración y las lágrimas de los hinchas. Sufrieron y no pararon de mirar los relojes. Sólo querían que Néstor Pitana pitara el final. Ningún Quemero se va a olvidar que por algunos minutos estuvo en zona de desempate con Chicago, ya que el gol de Zelarayán fue poco antes del 1 a 0 del Torito a Quilmes en Mataderos.
Fueron momentos de tremenda tensión, de algunos cantos en contra de los futbolistas. Hasta que Chiqui Pérez la metió en contra tras un centro de San Román. Las gargantas explotaron en Parque Patricios. Y de ahí en adelante fue todo un sufrimiento, con la radio pegada a la oreja y todos mirándose esperando noticias de las otras canchas.
En el segundo tiempo casi no hubo ataques de ambos equipos. Belgrano, que había mostrado ambición y velocidad en el primer tiempo (incluso Rigoni se perdió una muy clara), pareció conformarse con el empate. La Liguilla pre-Libertadores la tenía asegurada, una victoria lo hubiese puesto a jugar con Racing, pero le tocará Independiente en Avellaneda. También Huracán priorizó defenderse y lejos estuvo de preocuparse por buscar el segundo gol. Sobraron los pases laterales o largos a dividir, casi no se profundizó.
La lluvia, tormenta por momentos, también los debaja expuestos a las consecuencias de un mal pase o de un resbalón. La realidad es que ninguno quiso correr riesgos.
Para Huracán se le terminó el calvario simultáneo con la lucha por el título de la Copa Sudamericana. Ya va a poder poner la cabeza en un solo objetivo, la revancha con River para llegar la final de la definición continental.
