La Justicia de Corrientes elevó a juicio la causa por el crimen de Nilda Maidana, una mujer de 66 años que fue asesinada a puñaladas durante un robo. El principal sospechoso es su nieto, Jonathan César Blanco, que habría actuado junto a dos amigos. Después de matar a la jubilada, se cree que quemaron su casa para ocultar las pruebas que los involucraban en este hecho atroz, indica TN.
El debate estará a cargo del Tribunal Oral en lo Penal N°1 de Corrientes. Para la jueza María Josefina González Cabañas, titular de instrucción N°3, Blanco fue el autor del crimen.
El chico está imputado por el delito de “homicidio triplemente calificado por haberse cometido contra un ascendiente, con alevosía, y para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito, o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad para sí o para otro, en concurso real con el delito de incendio”.
También serán juzgados los amigos de Blanco, uno de ellos identificado como Carlos Alberto Barreto y el otro, un menor de edad de quien se preservó su nombre. La Justicia está convencida que ambos colaboraron con el principal sospechoso.
Están acusados de los delitos de “homicidio doblemente calificado por haberse cometido con alevosía y para consumar u ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad para sí o para otro, en concurso real con el delito de incendio”.
Un crimen atroz y un plan para ocultar pruebas
El asesinato de Nilda Maidana ocurrió en la madrugada del 31 de octubre de 2022, cuando tres personas entraron a la vivienda de la mujer de 66 años en el barrio Serantes, en la ciudad de Corrientes, con intenciones de robo.
Después de un forcejeo, aprovechando la indefensión de la víctima, los delincuentes la mataron de 25 puñaladas, cargaron dinero y alhajas de la jubilada y después quemaron la casa para ocultar rastros.
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Los peritos científicos pudieron determinar varios días después que fue su nieto, un chico de 20 años, quien organizó el robo que terminó con la muerte de Nilda. También se estableció que actuaron como cómplices otros dos jóvenes, amigos del acusado.
“Los procesados provocaron luego un gran desorden para apoderarse de gran cantidad de pertenencias y, posteriormente, con el fin de ocultar rastros, tres focos ígneos en el interior del inmueble de la víctima”, señaló la jueza en la elevación a juicio.
Fuentes judiciales aseguraron que tanto Blanco como Barreto llegarán al juicio detenidos, mientras que el restante de los imputados, el menor de edad, se encuentra con una morigeración de su prisión preventiva.
También señalaron que el nieto de la víctima tiene antecedentes de consumo problemático y sospechan que estaba bajo los efectos de la droga cuando cometió el crimen. Según trascendió, Nilda velaba por la recuperación de su nieto y hasta se había comprometido con los procesos de rehabilitación.
