¡Ganó San Lorenzo!

Con dos de Gattoni ganando de arriba en pelota parada, el Ciclón logró su segundo triunfo. Unión descontó en el final, pero no le alcanzó… Cuando las urgencias deportivas y el difícil contexto dirigencial apremian,…

martes 19/04/2022 - 19:02
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Con dos de Gattoni ganando de arriba en pelota parada, el Ciclón logró su segundo triunfo. Unión descontó en el final, pero no le alcanzó…

Cuando las urgencias deportivas y el difícil contexto dirigencial apremian, no hay muchos problemas para arremangarse, ensuciarse y hacer todo lo posible para conseguir el tan ansiado triunfo, sin importar las formas. Probablemente no sea la idea del DT ni del mundo San Lorenzo que los buenos pibes que estuvieron ayer a la tarde en la mitad de la cancha y por afuera jueguen tan atrás y tan poco con la pelota, pero no quedó otra.

No quedó otra que aferrarse lo más fuerte posible a ese golazo out of context de Gattoni en el inicio del partido, el goleador inesperado de la tarde. Pero con buenas cosas pensando a futuro: el equipo tuvo mucho orden y compromiso a la hora de anegarle los caminos a Unión.

La línea de cinco en el fondo que planteó Berón insinuaba una búsqueda de cuidar el cero como aspecto central en la visita a Santa Fe, cosa que se terminó cumpliendo: San Lorenzo se resguardó, compactó al equipo en pocos metros y no sufrió. Porque si bien Unión tuvo la pelota durante los 90’, casi no pateó al arco de Torrico, espectador de lujo de cómo sus jóvenes compañeros corrían de un lado para otro intentando achicarle los espacios al rival.

El plan, simple y efectivo, se vio beneficiado por la enorme tijera de Gattoni tras un preciso corner de Cerutti, otro de los puntos altos del Ciclón. Se movió en el área, desacomodó a Brítez y, sin marca y con la pelota un poco atrás, ensayó esa pirueta que se le terminó metiendo en el ángulo a Mele tras un pique previo y que valió más que un gol, fundamentalmente desde lo anímico: le dio frescura para defender y serenidad para administrar los pocos ataques. En el local, todo lo contrario: sin profundidad para transformar la posesión en situaciones claras, la desesperación y el apuro hicieron que abriera poco la cancha con los laterales y que Machuca, González y Nardoni no pudieran desequilibrar.

La charla de Munúa en el entretiempo no cambió mucho las cosas y la segunda mitad fue casi un calco de la primera. El mediocampo de San Lorenzo, con un Rosané muy sólido y firme a la hora de marcar y con los colaborativos e incansables Elías y Martegani (esta vez no pesó en ofensiva), fue el sostén para ir desgastando al Tatengue y reducirlo a simplemente dar pases horizontales.

El golpe de KO, con el que los hinchas del Ciclón se deben haber relajado un poco en sus casas y pensado que el fútbol tiene sus cosas buenas, llegó con la misma fórmula que el primer gol: centro de Cerutti (esta vez de tiro libre) y cabezazo de Gattoni para vencer la resistencia del arquero. Festejo y grito contenido: el triunfo ya era casi un hecho por lo que ambos venían mostrando. Y lo fue, aunque no sin antes sufrir un poco (si no, no sería San Lorenzo): apenas sirvió para la estadística el descuento sobre el cierre de Bucca.

Oxígeno en el espacio, agua en el desierto… Aplican todas las frases para describir lo que significa esta victoria para Boedo. Este triunfo es clave para todo lo que vive deportiva e institucionalmente el club…

Fuente: Olé.

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