Fue en un allanamiento en el barrio San Martín cuando la policía se disponía a efectuar una requisa en una casa por una denuncia familiar. La menor tiene tan sólo 16 años.
La joven salió de la vivienda y se deshizo de droga en el interior de un comercio situado enfrente. Tras ser aprehendida, la policía descubrió recién en la comisaría que guardaba entre sus ropas dos revólveres, una pistola y una “tumbera”, informó hoy el diario Patagónico.
En el operativo policial de ayer se incautaron droga, armas y municiones de las que intentó despojarse una adolescente aparentemente enviada por otras personas a hacerlo.
Un gran despliegue policial, ayer a las 15:30 en San Martín y Los Claveles, llamó la atención de los vecinos de ese sector del barrio San Martín. Patrulleros de distintas dependencias rodearon una especie de conventillo situado en la esquina. Allí, existen cuatro departamentos que habitan integrantes de una misma familia.
De acuerdo a la información brindada por el jefe accidental de la Seccional Segunda, comisario Andrés Ibáñez al matutino, el allanamiento se cumplió por una denuncia por amenazas y lesiones. El cuñado de la propia familia, Jorge Cid, denunció a sus familiares como los atacantes de su padre.
Entonces, el juez penal José Rago libró dicha requisa domiciliaria que se extendió hasta las 18:30.
En el momento en que hacían su ingreso los uniformados al lugar, se retiraba en actitud sospechosa una chica de 16 años identificada posteriormente por fuentes oficiales con las iniciales K.D.B.
La adolescente cruzó a la verdulería “El Depósito” y abandonó un paquete de considerable tamaño envuelto en cinta color marrón. La división de Drogas Peligrosas constató luego que se trataba de marihuana y contabilizó alrededor de 500 gramos.
La policía demoró a la joven, quien también arrojó en la calle una pequeña caja de madera que contenía una importante cantidad de municiones calibre 22; 7,65; 32 y 38, se indicó.
Debido a la peligrosidad de ese sector barrial, los efectivos trasladaron a la menor de edad hasta la Seccional Segunda. Y una vez que K.D.B. iba a ser conducida a un calabozo, los efectivos descubrieron mediante una requisa que guardaba entre sus prendas de vestir cuatro armas de fuego.
De esa forma se incautaron un revólver calibre 32 largo, un revólver calibre 22 largo, una pistola calibre 22 y un arma de fabricación casera denominada en la jerga delictiva como “tumbera”.
Mientras, en el lugar del allanamiento, bajo un clima de tensión la diligencia continuó con la requisa de los cuatro departamentos que conforman el domicilio en busca de pruebas vinculadas con la denuncia familiar.