El temporal lo dejó sin techo, pero la solidaridad de los vecinos se lo devolvió en menos de una semana

Armando Cortez fue uno de los afectados el pasado domingo durante el temporal de viento que sacudió a Comodoro. Ese día perdió el techo de su vivienda, pero la ayuda no tardó ni un segundo…

domingo 31/10/2021 - 23:37
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Armando Cortez fue uno de los afectados el pasado domingo durante el temporal de viento que sacudió a Comodoro. Ese día perdió el techo de su vivienda, pero la ayuda no tardó ni un segundo en llegar. “Sin sus ayudas no sería posible finalizar ese techo que nos permite todos los domingo unos matecitos en familia”, cuenta emocionado.

“El Profe” Armando es ampliamente conocido en el ambiente deportivo. Preparó físicamente a varios equipos de la ciudad y hoy dirige un gimnasio ubicado en el Club Ameghino de Km3.

En estos días no pudo asistir al gimnasio para guiar a sus alumnos, debido a que fue afectado gravemente por el temporal de viento del último domingo 24 de octubre, pues el techo de su vivienda en el barrio Abel Amaya fue arrancado de cuajo generando una situación sumamente angustiante para la familia.

Fue “un día donde todo cambia en segundos”, define el profe. “Era un domingo como todos tomando unos matecitos en familia pero por el clima ventoso todo cambió enseguida. Con un ruido estruendoso se sacudió y levantó el techo completo. Parecía un acordeón”, narra en diálogo con El Comodorense.

En ese instante el pánico se apoderó de la familia, “fueron gritos de nervios, miradas perdidas, mucho shock” recuerda Armando, que en ese momento actuó rápidamente para sacar a todos del lugar. “Fue todo en unos segundos, es difícil de olvidar”, define.

Una vez afuera ya era momento de pensar en cómo se recuperaría la familia de semejante daño en su vivienda. Su techo era uno de los 165 que fueron arrancados por el viento en el reciente temporal.

Enseguida salieron las llamadas a Defensa Civil, que tuvo más de 500 intervenciones durante ese domingo, y también a la Comisaría Quinta de la Policía del Chubut para evaluar los daños. Los mensajes de amigos y compañeros de trabajo tampoco tardaron en llegar.

Colocaron bolsas cargadas y otros elementos pesados para sostener el techo.

“Un alumno, el señor Andrés Rearte, me responde rápido y consigue 25 bolsas de relleno para bajarlas y asegurar antes que alguien salga lastimado. Luego aparecen dos vecinos tremendos de las familia Ávila y Santana, que logran bajar y sostener una parte del techo. Más tarde cae una cuadrilla que actúa en el área de Emergencia de Defensa Civil”, y allí se comenzaba a gestar la serie de actos solidarios de la sociedad comodorense para con Armando y su familia.

En menos de cuatro horas ya comenzaron otros llamados de conocidos y amigos para ponerse a disposición de los Cortez. Ofrecieron ayudas económicas, aporte de material, y sobre todo apoyo emocional en un momento tan duro.

Armando recibió a los medios en su hogar para relatar el angustiante momento que atravesó junto a su familia. (Foto: Diario Crónica)

Muchas personas que no conocemos nos ayudaron. Fui a entregar dos botellones de agua y esa persona nos brindó un dinero, al igual que un playero, y así tengo muchas anécdotas que te sorprenden”, relata Armando a este medio. Confiesa que lo que más lo emociona es que “a veces son personas que nos dan lo que no les sobra”.

El profe no escatima en agradecimientos, quiere hacerle llegar su gratitud a todo el staff de profes del gimnasio que él administra. Juampi, Ramito, Rodrigo, Nicolás, la Familia de Ely y Marcos, la de Pablo y Raquel, la de Andrea y José, Azucena y Jacobo. “A una persona que es un verdadero señor padre y amigazo, Leo Carvajal y Gonzo Rodríguez”, agrega, con el deseo de no estar olvidándose de nadie.

Un todoterreno: Armando se puso los guantes y se hizo cargo de parte del arreglo del techo.

También agradece los mensajes preguntando cómo se encontraba la familia y los saludos tras enterarse mayormente por los medios sobre su situación. “Sé que todas esas personas van a tener el doble de bendiciones y crecimiento en todo”, asegura con mucha alegría.

Es que gracias a toda la colaboración recibida, en menos de una semana ya está cubierto el gasto del arreglo del techo, que ahora realiza en parte por su cuenta.

“Sin sus ayudas no sería posible finalizar este techo que nos permite todos los domingo unos matecitos en familia”, finaliza, al mismo tiempo que anunció su regreso al gimnasio G.P.M ubicado en el Club Ameghino. “Con ganas y pilas recargadas para trabajar siempre con una sonrisa y a seguir creciendo”, anticipa el profe Armando, a quien sus alumnos lo esperan para acondicionarse físicamente bajo su supervisión, escuchando buena música y viéndolo sonreír.

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