Si bien el sector de los trabajadores informales viene creciendo en detrimento del desempleo en el último año, el fenómeno está lejos de ser una buena noticia. No solo por las condiciones de precarización constitutivas de este segmento, sino porque quienes lo conforman fueron los más afectados durante 2022, publicó La Nación.
Perdieron en promedio el 7,6% de su poder adquisitivo, mientras que los empleados públicos tuvieron un aumento del 2% y los privados registrados lograron empatarle al aumento del costo de vida. Así se desprende de los datos publicados en el último informe sobre “Índice de salarios”, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) que conduce Marco Lavagna.
Según el organismo estadístico, las remuneraciones en el mercado laboral aumentaron durante el año pasado 90,4% en promedio, es decir, 4,4 puntos porcentuales por debajo de la inflación, estimada en 94,8% , lo que representa la mayor cifra registrada desde 1991 tras el lanzamiento de la convertibilidad (84%), que buscaba dejar atrás el proceso hiperinflacionario que inició en 1989.
En cuanto a las variaciones interanuales medidas por el Indec, los valores difundidos indicaron que el sector informal (no registrado) registró un alza del 65,4%; el privado registrado, del 93,8%; y el público, del 99,4%.
Por otro lado, la evolución mensual de los tres tipos de salarios mostró que el aumento general fue del 5,3% en el último mes del año. Pero, si se desglosa la variación de diciembre por sectores, el Indec informó que los trabajadores no registrados solo vieron incrementados sus ingresos en un 0,5%, mientras que los empleados registrados privados lo hicieron en un 4,5% y los empleados públicos en un 9,2%.
En cualquier caso, el sector que se llevó la peor parte fue el de los trabajadores informales o no registrados, que registra el nivel más alto de crecimiento desde 2008.
En diálogo con LA NACION, Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), aseguró que en promedio “en los últimos cinco años, los trabajadores informales perdieron 14 sueldos respecto de su poder adquisitivo; los públicos, 10 y los privados registrados, ocho”.
“El dato positivo de 2022 es que los trabajadores públicos recuperaron poder adquisitivo y los privados registrados no lo perdieron. Lo muy negativo sigue siendo lo que ocurre con los trabajadores informales, que volvieron a perder en 2022″, agregó.
Consultado acerca de cómo mitigar las consecuencias del contexto macroeconómico, el economista aseguró que “la baja de la tasa de inflación es esencial para revertir un proceso de deterioro significativo”, que se remonta a 2017.
Por su parte, Matías De Luca, de la consultora LCG, dijo que “haber promediado el 6% de aumento mensual durante el segundo semestre del año no fue suficiente para recomponer el poder adquisitivo de los asalariados, que cayó un 3,2% anual en el último trimestre del año (-1,5% para el caso de los registrados y -11,3% para los no registrados)”.
“Si bien el conjunto de los salarios se ubica un 23% por debajo de 2017 (último pico), mientras que los trabajadores registrados muestran una caída del 19%, esta resulta del 42% para los trabajadores informales”, precisó el especialista.
