El joven de 25 años, fue asesinado a golpes y después arrojado en el basural alejado del barrio Laprida. Se confirmó que fue víctima de un homicidio y se investiga a quienes se relacionaban con él.
La autopsia del cuerpo encontrado sin vida durante la mañana del domingo en la zona de un basural clandestino, en el final del barrio Laprida, confirmó que se trató de un asesinato. Las fuentes judiciales informaron a Con Sello Patagónico que el cuerpo fue identificado como Luis Miguel Cabrera, oriundo de la provincia de Chaco.
El joven en el último tiempo alquilaba una vivienda en un inquilinato del barrio José Fuchs. Se dedicaba a la albañilería y había regresado hace unos meses a Comodoro, aunque supo vivir con anterioridad en la ciudad petrolera. No tenía familiares en la ciudad y por eso llevó varios días confirmar su identidad. En sus ropas tenía el documento de identidad, pero fue confirmado con otras pruebas científicas.
El cuerpo del albañil tenía un corte en la cabeza y permaneció en un zanjón de ese basurero clandestino entre 10 a 15 días atrás. Su estado de descomposición era avanzado, lo que dificultaron las tareas y exámenes preliminares de la Policía Científica.
Sin embargo, la autopsia corroboró que tenía un profundo corte en la cabeza que le habría causado a muerte. Las fuentes consultadas prefirieron mantener en reserva mayores detalles de ese examen forense porque se encuentran en plena investigación.
Frente al delito de homicidio, los investigadores policiales y fiscales deberán averiguar el circulo con el que se relacionaba Cabrera. Habrá que tratar de conocer si el joven mantuvo algún conflicto con las personas que se relacionaba.
El cuerpo fue arrojado en alejado lugar del casco urbano que conduce a yacimientos petroleros, donde no existen cámaras de seguridad. Tampoco se conoce la fecha exacta del día del crimen, aunque los testimonios de las personas que conocieron a Cabrera podrían guiar la investigación.
