Mariano Arcioni terminó su gestión en el Gobierno Provincial sin haber logrado resolver uno de los mayores flagelos de los chubuteses a la hora de hablar de la transitabilidad: la Ruta 40 en el tramo comprendido entre Facundo y Los Tamariscos.
Si bien hubo llamados a licitación por parte de Vialidad Nacional para adjudicar la obra de reparación íntegra de la calzada, nunca se pudo adjudicar y quedó trunca.
Con el paso de los años no hizo más que empeorar visiblemente y hoy es un desafío transitar el tramo de al menos 40 kilómetros repletos de enormes pozos y con una banquina casi inexistente.
La llegada del verano generó el lógico incremento de la circulación en la provincia, tanto de los propios habitantes como de turistas, que se encontraron nuevamente con una vía en estado calamitoso, sufriendo daños en los vehículos que van desde la rotura de neumáticos hasta accidentes de mayor magnitud a raíz de los baches.
En 2023 hubo dos llamados a licitación por parte de Vialidad Nacional pero no hubo empresa alguna que quisiera hacerse cargo de la titánica tarea de repavimentar íntegramente los 42 kilómetros: en mayo la obra costaba $1.820 millones de pesos y para noviembre el costo era de $3.144 millones.
Tapar algunos de los pozos fue la medida paliativa que ensayó Vialidad Nacional tras los llamados a licitación que fracasaron.
Con un Gobierno Nacional que anticipó el fin de la obra pública y el costo de la repavimentación que asciende estrepitosamente, los chubutenses quedan a la merced de una buena maniobra para no terminar envueltos en una situación que amenaza con las vidas de quienes transitan la Ruta 40.
