Disputas en la zona peligrosa

Las tensiones en el trío Luque, Arcioni y Sastre complican el panorama electoral. El peronismo se reuniría mañana para tomar definiciones respecto de las PASO. Mariano Arcioni no quiere dar el brazo a torcer. Y no…

lunes 17/10/2022 - 0:57
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Las tensiones en el trío Luque, Arcioni y Sastre complican el panorama electoral. El peronismo se reuniría mañana para tomar definiciones respecto de las PASO.

Mariano Arcioni no quiere dar el brazo a torcer. Y no piensa modificar la fecha de elecciones en Chubut y adelantarlas, tal como quieren su vicegobernador Ricardo Sastre y el intendente de Comodoro Juan Pablo Luque, precisa la columna De Puño y Letra de diario El Chubut.

Arcioni piensa en una eventualidad posible: que Sergio Massa sea candidato a presidente. Y cuando se defina si el actual ministro de Economía y líder del Frente Renovador es o no el postulante del peronismo incluyendo a las fuerzas que hoy componen el Frente de Todos, ya sería tarde para tomar decisiones sobre desdoblar las elecciones o no en la provincia. A la vez, una veintena de distritos votarán a su próximo gobernador en fechas diferentes a las nacionales, porque cada oficialismo está cuidando su territorio. Pero de momento, ese no será el caso de Chubut.

Lo que sí está claro es que en nuestra provincia no habrá primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, con lo que cada fuerza que compita por la gobernación deberá decidir a sus candidatos como mejor le venga. Los mecanismos serán internas abiertas, o cerradas, o acuerdos. El proyecto de ley que elimina las PASO ya fue presentado por el diputado Carlos Eliceche, y si no tiene cambios, muy probablemente se votaría en la última sesión del mes, el jueves 27 de octubre. Tendría despacho rápido y favorable.

La eliminación de las Paso tendrá consecuencias directas en las principales fuerzas políticas. Juntos por el Cambio se dirigirá probablemente a una interna abierta entre sus principales postulantes, que por ahora son el senador nacional Ignacio Torres (PRO), y el intendente de Rawson y presidente de la UCR Damián Biss.

En el planeta peronista sería distinto. No habrá -estamos en condiciones de afirmarlo- una interna entre Juan Pablo Luque y Ricardo Sastre. O hay acuerdo entre ambos, uno que contemple además a Mariano Arcioni, o caso contrario se enfrentarán directamente en las elecciones generales, con Luque por el peronismo y Sastre por el Frente Renovador. Ahora bien, si la política de Chubut fuera una de esas antiguas peleas de box a quince rounds de los setenta, estaríamos en el round 12. Es decir, cada acción tendrá incidencia directa en el resultado final.

EN EL PERONISMO TIENEN VARIAS DISCUSIONES PENDIENTES

Al cierre de esta edición, no estaba totalmente confirmada ni cancelada una reunión que dirigentes, intendentes, autoridades partidarias y legisladores mantendrían mañana martes en la sede provincial en Rawson. Es la reunión que se iba a llevar adelante en septiembre y que quedó suspendida por el terrible temporal que sacudió Comodoro en la tercera semana del mes pasado.

En aquel momento uno de los puntos centrales de la agenda era “ley de Lemas, sí o no”. Pero ahora la urgencia es otra: Eliminación de las Paso y fecha electoral serán los principales puntos en disputa. No avanzarán aún -a nadie le conviene- en otros aspectos tales como el modo de definición interna de las candidaturas.

El problema es que aunque un eventual adelantamiento electoral es pedido en todos los idiomas posibles por Luque y Sastre (pero menos, porque el mellizo monitorea el ánimo del gobierno), Arcioni no piensa en dar el brazo a torcer. Y menos aún en semanas en las que pasa por un momento de pésima relación con Juan Pablo Luque.

A medida que pasa el tiempo, el gobernador estaría más convencido de ir a las elecciones con una fuerza propia, el Frente Renovador, con Sastre como candidato a sucederlo, Massa postulante a presidente, y él mismo como candidato a diputado nacional, una suerte de tradición que se suele cumplir con los ex gobernadores. Nota al pie: la última encuesta de la encuestadora CB consultores, que suele medir el ánimo electoral de los votantes de cada provincia con sus gobernadores, lo muestra a Arcioni lejos de los últimos puestos que solía ocupar en plena crisis salarial. En el estudio aparece por encima de media docena de gobernadores peronistas, y con más imagen positiva que negativa.

En el gobierno estaban furiosos con declaraciones que el intendente Luque hizo al diario Ambito Financiero, donde reveló que el gobernador lo que querría es ser diputado nacional. Lo que intentan en el oficialismo es separar las decisiones posibles sobre las fechas, de cualquier otra especulación.

La distancia entre Comodoro y Rawson es ahora mucho mayor que la ruta 3 que separa el Valle de la capital petrolera. Aun así, el gobernador habría decidido dos cuestiones. La primera es casi personal. No le ofrecerá a Luque flancos públicos para debatir la fecha de las elecciones, ni le piensa contestar por los medios.

La otra, es que de ninguna manera desdoblaría las elecciones. “Saben que por las malas, a mí no me van a sacar nada” habría dicho el gobernador a sus colaboradores. Y hay otra consideración. Si Massa es el candidato a presidente, o cualquiera que sea, no puede estar en la boleta de dos frentes. Esto quiere decir que si el presidenciable lo lleva el Frente Renovador, no lo puede llevar el PJ, y viceversa.

Mientras esta pelea ocurre los mellizos Sastre van fortaleciendo su relación con Arcioni, quien a la vez ha tenido un gesto de acercamiento a un precandidato en Trelew que si bien es kirchnerista, “cae bien” en el Frente Renovador al punto que le daría su apoyo, que es Emanuel Coliñir.

“Es una persona de bien, de buen trato, no es ningún talibán, es sensato…” dicen en el gobierno. ¿Será Coliñir el candidato de Arcioni y Sastre en Trelew si las aguas se dividen? Es posible. Aunque la postulación de Gustavo Mac Karthy ordenaría el complejo panorama peronista en la ciudad cabecera del Valle, cuando ocurra.

Volviendo a la disputa central, tanto Luque como Sastre se multiplican por el territorio buscando y cosechando apoyos y colectando agua para su molino. El vicegobernador ya está preparando una próxima gira política por el sur de la provincia y por la cordillera, mientras que Luque se muestra en esta etapa con quienes mueven la rueda de la economía.

Más allá de las aspiraciones de cada quien, o de la visión que tengan de la provincia o de qué hay que hacer en Chubut, existe una cuestión práctica. Si la oferta electoral del universo peronista se divide, correrán el fuerte riesgo de perder las elecciones contra Juntos Por el Cambio si el electorado se divide por tercios. Es decir, dos fuerzas “para peronistas” contra una de la oposición. Ahora, si la división fuese por cuatro, es decir, con Juntos pero divididos en la oposición, allí podría ocurrir cualquier cosa. A simple mayoría, alguien con el 26 o 27 % de los votos puede quedarse con la gobernación.

En Juntos por el Cambio las tensiones siguen a flor de piel, con parte del radicalismo muy reactivo a los acuerdos con el senador Torres. Hay quienes dicen que el problema de la UCR no es el peronismo. Es una línea de pensamiento que indica que peronistas y radicales justifican su existencia mutua por los errores del otro.

Los que siguen a Mario Cimadevilla, que últimamente se hacen oír, dicen que “el peronismo no nos pudo hacer desaparecer ni en los mejores momentos de los Kirchner y Das Neves. Pero el PRO, sí nos puede hacer desaparecer”.

Las autoridades del partido con Damián Biss a la cabeza no comparten este pensamiento aunque analizan la posibilidad de una ruptura como “Plan B”. El Plan A, lógico, es mantener el frente y acceder a las candidaturas por medio de una interna abierta. Las diferencias entre la dirigencia radical provincial y Torres son pesadas. Y difíciles de zanjar.

En el PRO no quieren alimentar “fantasías rupturistas” y muestran como una presea cada meeting al que asisten dirigentes del radicalismo. Es un dato de la realidad el que varios comités radicales, incluyendo el poderoso comité de Comodoro, estén trabajando con el PRO. Lo explican con la realidad local. “A Ana Clara Romero no hay con qué darle. Es la candidata más potente que tenemos para ganar la Municipalidad” dicen, en referencia a la diputada nacional que suele aparecer bien medida en las encuestas.

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