Del Potro y Muller no se quebraron el saque y la semifinal se definió en dos tie breaks: ambos los ganó el argentino y se llevó el partido por doble 7-6 (7-4 y 7-5), para volver a meterse en la definición de Viena. Espera rival.
Cuando los 90 minutos y el tiempo suplementario no alcanza para sacar diferencia, en el fútbol se utilizan los penales para definir el ganador. Así se decidieron campeones del mundo. También pasa en el hockey, handball, polo y hasta en el rugby. Pero el tenis no tiene esa característica, sino que utiliza el famoso tie break. Y allí, Del Potro se agranda. Por medio de dicho medio le ganó a Gilles Muller por doble 7-6 (7-4 y 7-5) para meterse por segundo año consecutivo en la final del ATP 250 de Viena.
El segundo encuentro en el historial entre Delpo (8°) y Muller (81°) fue parejo, como el Abierto de Australia 2009, donde el argentino se lo llevó en cuatro sets. Aquella vez, el luxemburgués ganó un tie break de entrada, pero Juan Martín lo pudo dar vuelta. Ahora la historia fue distinta. La primera definición fue para la Torre, como también la segunda. Los sets fueron similares entre sí, sin quiebres y escasas chances de quedarse con el servicio rival. Del Potro salvó apenas un punto de quiebre y Muller dos. La diferencia estuvo en afinar la mano en los momentos más calientes, es decir, en el tie break. Allí Delpo estuvo intratable, aprovechó cada vez que su rival fue a la red y le metió golazos, como fusilando a un arquero o definiendo a las puntas, muchas veces a contrapierna. Por eso, por estar frió de cabeza pero caliente de raqueta, Juan Martín se llevó un duelo chivo. Un dato no menor es el buen récord del argentino en tie breaks en el 2012: 21-15.
En el 2011, al tandilense se le escapó el título ante Tsonga (6-7, 6-3 y 6-4) y ahora va por la revancha. El rival saldrá del duelo en Tipsarevic (9°) y Grega Zemlja (70°). En Viena se le niega la corona a los argentinas, ya que Guillermo Cañas también perdió finales (2001 y 2004). Esperemos que se corte.
