La increíble historia de vida de Samuel Chukwueze, el nigeriano autor del gol que dejó afuera a la superpotencia alemana en la Champions League.
Villareal llegó a los cuartos de final de la Champions League con el famoso mote de ‘Cenicienta’. Así se les dice a los equipos más débiles a priori que todos quieren enfrentar por ser el más accesible.
En el sorteo fue el Bayern Munich el equipo emparejado con los españoles y todo parecía indicar, por nombres e historia, que el Submarino Amarillo no podría ofrecer tanta resistencia ante un multicampeón europeo, pero ocurrió todo lo contrario.
La ida fue para los de Unai Emery por 1 a 0 y en la vuelta se jugaban todo en el Allianz Arena en terreno alemán.
El partido fue trabado pero fue Lewandowski quien rompió la paridad y empató la serie. Todo parecía conducir al alargue pero a dos minutos de los 90’ reglamentarios llegó el tanto del recién ingresado Samuel Chukwueze para poner la paridad en el marcador y establecer la superioridad del Villareal en el global.
El nigeriano tiene una historia particular con el futbol, dado que su familia no quería que jugase y dejara de lado sus estudios.
En una entrevista que dio hace algunos años al portal Goal, reveló que tuvo que lidiar con su madre, quien no quería que fuera futbolista: «Mi madre siempre trató de impedir que jugara al fútbol. Me encantaba jugar desde muy pequeño, pero ella intentaba detenerme”.
“Mi tío me dijo una vez ‘Samuel, debes dejar de jugar este juego y concentrarte en la escuela’ pero no escuché. Entonces, ¡Un día me quemaron los botines! Todo mi equipo de entrenamiento, lo quemaron, así que no pude ir a entrenar”, contó sorprendiendo a todos en ese momento.
Hoy Chukwueze estuvo en boca de todos por su histórico gol que depositó al Submarino Amarillo por segunda vez en las semifinales de la Champions League, donde buscará la ansiada final y por qué no, soñar con el máximo título a nivel clubes en Europa.
