“Coronafobia”: Las patologías mentales que impulsó o agravó la pandemia

La pandemia por COVID-19 generó un nuevo espectro de palabras. Hace algunos días, la “coronafobia” surgió como una novedad en términos de salud mental. Sin embargo, los especialistas advierten que no es “nueva”, sino que…

martes 08/02/2022 - 11:46
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La pandemia por COVID-19 generó un nuevo espectro de palabras. Hace algunos días, la “coronafobia” surgió como una novedad en términos de salud mental. Sin embargo, los especialistas advierten que no es “nueva”, sino que se eligió un nombre para catalogar una situación ya existente.

De todas maneras señalaron que la pandemia –según publica TN– profundizó patologías mentales previas y que impulsó nuevas en aquellos con predisposición para ello. Es más, aseguraron que se generó un replanteo de vida y la necesidad de cambios que eliminen malestares que consideraban “rutinarios”.

Coronafobia: ¿Nueva enfermedad o un nombre pegadizo?

Aprendizaje, adaptación y situaciones normales. Ante la presencia de un hecho incierto y sobre el cual no hay control, los especialistas aseguran que el miedo o la ansiedad son reacciones esperables. El problema surge cuando impiden el normal comportamiento de las personas.

“No hay una adopción, en el campo de la psiquiatría o la psicología clínica, de la coronafobia como una patología mental nueva”, explicó a TN Martín Wainstein Doctor en Psicología y licenciado en Sociología. Las fobias, en palabras del especialista, son respuestas de miedo desmedido a personas, situaciones o cosas. Cuando están muy focalizadas se denominan específicas.

Según explicó el además sociólogo, “cuando apareció el coronavirus generó mucha incertidumbre y la respuesta natural y normal es la ansiedad, que no es una patología y que, incluso, la necesitamos”. “Hay dos estructuras de ansiedad respecto a una enfermedad, la hipocondría y los cuadros obsesivos compulsivos relativos a ese tema”, dijo el psiquiatra Enrique De Rosa Alabaster (MN 63406).

“Por definición, la fobia se genera por un miedo irracional frente a algo que no debería generarlo. Pero el coronavirus generó mucho miedo, sobre todo por la repetición continua de ‘se van a morir’ y poco importa que sea comprobable”, señaló el psiquiatra. Por lo cual advirtió que “no se podría considerar a la ‘coronafobia’ como una fobia por definición”.

Con la pandemia, los malestares psicológicos que se profundizaron

Pese a que los malestares psicológicos fueron casi una moneda corriente en la pandemia, las patologías mentales no se desempeñaron del mismo modo, según los expertos. Para que una persona desarrolle un cuadro de este calibre tiene que existir una “predisposición”.

 “Es esperable que una persona tenga malestar psicológico ante esta situación única. El diagnóstico de depresión se da en algunas personas, pero las demás respuestas entran dentro del ámbito de lo normal”, explicó De Rosa Alabaster. En tanto, Wainstein advirtió que hay dos pandemias: el Covid-19 y la generada por esta enfermedad en la salud mental, la cual “se va a notar durante muchos años”.

“No hay patologías mentales que aparezcan con la pandemia, sino que son comportamientos desadaptativos ante cualquier situación y son cuadros suficientemente descritos y categorizados”, señaló el psicólogo. Además, hubo un grupo de personas a las cuales “se les acentuaron las patologías previas”.

Según advirtió, la cuarentena, que tuvo lugar durante los primeros meses de 2020, “disparó problemáticas que no exceden las comunes, conocidas y tradicionales en la psicología y que se relacionan con la ansiedad, pero no todas las personas fueron afectadas, dependió de cada uno”.

Ojo atento: Cómo afrontar los malestares psicológicos impulsados por la pandemia

Sin que importen los nombres, los malestares psicológicos están presentes en la “sociedad pandémica” y los expertos estiman que no desaparecerán rápidamente. Más aún en aquellos que sí desarrollaron una patología mental.

“El ojo atento tiene que estar en detectar aquello relacionado con el manejo de la ansiedad y sobre todo de la depresión. Las pérdidas económicas, de seres queridos, o años perdidos en las personas mayores, de negocios que quebraron son factores generadores de depresión”, señaló el doctor en psicología. Aunque recalcó que estas patologías se desarrollaron en aquellos predispuestos.

En ese sentido, el sociólogo aclaró que el tratamiento de estos cuadros no es diferente a los ya descritos. “Tenemos innumerables técnicas de trabajo, que pueden ser conductuales y de comportamiento; o más cognitivos que recaen la forma en que la persona piensa y las narrativas”, enumeró.

Por su parte, el psiquiatra advirtió sobre otros aspectos: las adicciones y los comportamientos autoagresivos. Incluso, alertó sobre las patologías desatendidas en pandemia y el desafío que deberá afrontar la ciencia y la sociedad ante estas consecuencias. “Habrá un costo indirecto de todas estas cuestiones”, afirmó.

Es por esto que advirtió que en la postpandemia se necesitará “una respuesta colectiva”. “Debemos estar alertas a los cambios de comportamiento, de ideación (ideas en mente) como ‘no voy a tener salida’. Tenemos que asumir que vamos a tener síntomas y estar alerta a ellos antes de pensar en patologías”, señaló.

Cuestionamientos y replanteos: ¿Una nueva vida tras la pandemia?

Mientras algunas consecuencias de la pandemia son nocivas, otras pueden ser consideradas positivas. Tal es el caso de la decisión de “replantearse la vida” que se despertó en cientos de personas y la necesidad de realizar cambios que alivien el malestar que consideraban “cotidiano”.

“Muchas personas reflexionaron sobre el sentido de la vida ante una representación tan fuerte de la muerte, que no es común. Se generó una especie de tsunami de cuestionamientos parecidos a los observados en los fenómenos de las postguerras”, señaló Wainstein.

En ese sentido, el sociólogo afirmó que “hubo planteos sobre cambio de pareja, de trabajo, habitacional, sobre el cuidado del cuerpo y cuestionamientos de muchas mujeres sobre cuestiones de género y condiciones de sumisión en la pareja o en las relaciones familiares. Es una postura existencial que a veces favorece salir de rutinas de malestar que se establecen como normales”, dijo el sociólogo.

Es más, De Rosa Alabaster advirtió que “es más traumático vivir como patología algo que es normal”. “Tenemos detectar por donde está ‘filtrando la humedad’ dentro de la estructura psicológica interna y ponerse metas que te permitan un tener un éxito concreto”, concluyó.

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