Cambios laborales para Vaca Muerta que llegan en cuotas

Reconocen una aplicación a medias del publicitado acuerdo. Para las operadoras significa un ordenamiento del sector. Uno de los puntos en discusión es el número de personal por dotación. Ya no es un secreto a…

jueves 29/06/2017 - 11:49
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Reconocen una aplicación a medias del publicitado acuerdo. Para las operadoras significa un ordenamiento del sector. Uno de los puntos en discusión es el número de personal por dotación.

Ya no es un secreto a voces que la adenda a los convenios colectivos de trabajo en Vaca Muerta sirvió más como un esquema ordenador para la actividad que como un plan efectivo para bajar los costos operativos en los yacimientos no convencionales. Sin embargo las operadoras creen que, de aplicarse plenamente, podría tener un impacto concreto en la ecuación económica. El punto –dicen– es que se aplique.

La foto que inmortalizó la firma del acuerdo, una escena compuesta por Mauricio Macri, Juan José Aranguren, Omar Gutiérrez y Guillermo Pereyra, tiene ya medio año y se utilizó como el punto de partida para un modelo laboral exportable al resto de las industrias. Sin embargo la aplicación del convenio transita un dilatado gris en el que parece haber tantos descontentos como pocos interesados en que se corrija.

“En términos concretos para los costos de una operación los cambios de la adenda pueden significar entre un 8 o 10 por ciento. Pero más importante que ese porcentaje es que se aplique porque nos permite mejorar la productividad”, deslizó un alto ejecutivo de unas de las principales operadoras en Vaca Muerta.

Esta semana el gobernador Gutiérrez participó de la cumbre anual Argentina Shale Gas and Oil Summit y aseguró que la adenda se está aplicando, pero reconoció que existen diferencias de interpretación sobre algunos puntos, por lo que se están llevando adelante reuniones entre el sindicato de Petroleros Privados y las empresas de servicios especiales.

Al menos dos fuentes de las principales compañías petroleras de la Cuenca Neuquina confirmaron a “Río Negro Energía” que la adenda laboral no se aplica en su totalidad. “Hay algunos puntos que incluso se pusieron en marcha antes de la firma del acuerdo, como la eliminación de las horas taxi, pero hay otros en los que no hay acuerdo”, indicó uno de los consultados.

Uno de los aspectos sobre los que hay diferencias, incluso reconocido públicamente por Pereyra, son las dotaciones de personal en las locaciones. El número de personal fijado para los equipos de fractura no puede superar los 16 operarios, pero las empresas creen que podría reducirse o plantear objetivos diarios para estandarizar los trabajos.

“Tenemos casos en los que el mismo equipo de personal realiza cuatro fracturas diarias en un yacimiento y cuando va a otro apenas completa una o dos”, explicó una de las fuentes consultadas. En estos casos, más allá del número de personal, lo que termina por intervenir es la relación con el Sindicato.

Como se sabe campo adentro en la industria, las condiciones de operación para cada yacimiento se acuerdan con los responsables zonales de los sindicatos. Por esto se destacó la firma de la adenda como un piso para establecer condiciones mínimas a la hora de acordar los planes de trabajo para un área.

En los otros sectores de la actividad también se fijaron dotaciones mínimas: wire line 4 trabajadores; coiled tubing 5; en cementación 5; en aislación 10 y; en UBD 3. En tanto los equipos de torre sumarán 7 operadores para la perforación, 6 para workover y 5 para pulling por turno.

Este esquema en última instancia apunta a mejorar los niveles de productividad. Un concepto atado a los tiempos de cada trabajo y por lo tanto traducible en costos de operación. Tal es así que el acuerdo permite realizar tareas simultáneas siempre que el company man (el responsable de la operación en campo) lo considere necesario y seguro de realizar.

Carta de presentación

La firma de la adenda o acuerdo de productividad, que fue calificada como una flexibilización en las condiciones laborales, fue presentada ante inversores extranjeros como una de las ventajas comparativas para el desembarco en los no convencionales de Vaca Muerta.

El Presidente Macri participó de un encuentro en Houston con representantes de las principales petroleras del mundo. Posteriormente fue el titular del sindicato de Petroleros Privados quien llevó a parte de su comisión directiva para comentar los alcances operativos del convenio acordado.

Un directivo de una operadora internacional reconoció que más allá de los planteos que contienen los 25 puntos de la adenda, lo más importante que se reflejó en la firma fue la posibilidad de tener una mesa abierta con todos los actores del sector. “Esto es muy beneficioso para el futuro de Vaca Muerta y es algo que no está en todos los países”, indicó en un español atravesado por términos del inglés.

El impacto discursivo del acuerdo intersectorial parece haber tenido más peso que la aplicación concreta del acuerdo. En los papeles, pese a los reclamos aislados para que se aplique al 100%, no parece existir un clima de presión para que la letra fina se plasme en los campos no convencionales.

Quizá la lenta llegada de las inversiones y el número de desocupados que no se recupera, sean argumento suficiente para una especie de tregua tácita hasta nuevo aviso.

La adenda estableció además la creación de una comisión para revisar los puntos del acuerdo que puedan tener conflictos para su aplicación efectiva.

Uno de los puntos acordados en el convenio fue que el 10% de las remuneraciones totales brutas de los trabajadores quedarán exentas de Ganancias.

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