

Baumgartner contó en una entrevista con el diario Marca que «es difícil» explicar las sensaciones que se tienen en la caída desde esa altura y específico que «la salida fue buena y luego empezamos a girar durante unos 50 segundos».
«En un momento perdes el control, entre otras cosas porque era una fase que a esa velocidad jamás podés entrenar. Nunca habíamos entrenado un salto supersónico» aseguró el austríaco que, sin embargo, agregó: «en ese punto conseguí dominar el salto y pude lograr el objetivo».
El 14 de octubre, Baumgartner logró un récord al saltar desde la estratosfera, a más de 39 mil metros, atravesando la barrera del sonido a 1.342 kilómetros por hora.
Consultado sobre sí tenía escrito su testamento, afirmó que «no lo tenía escrito porque sabía que no iba a morir».
«En ningún momento lo pensé» dijo y apuntó que «había estado entrenando este salto desde hace cinco años y mi mente estaba preparada».