Arcioni, el “ordenador” de una interna política muy delicada y con pronóstico reservado

El Gobernador se ha ido transformando en el “eje” entre las dos principales opciones que viene mostrando el peronismo. La reunión que aún no ocurre, y las que sí. Hagamos un poco de historia, que…

lunes 28/11/2022 - 1:09
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El Gobernador se ha ido transformando en el “eje” entre las dos principales opciones que viene mostrando el peronismo. La reunión que aún no ocurre, y las que sí.

Hagamos un poco de historia, que cada tanto, se repite. En 2011, Mario Das Neves no tenía reelección y estaba jugado a compartir una fórmula presidencial con Eduardo Duhalde. A la vez, había decidido que Chubut desdoblaría las elecciones de aquel año. Y que las adelantaría respecto de las nacionales, previendo que el kirchnerismo -del que ya estaba distanciado- conseguiría fácilmente la reelección de Cristina, introduce la columna política De Puño y Letra de Diario El Chubut.

En Chubut, el peronismo provincial ya estaba dividido. Das Neves partió con los suyos, el poder de la gobernación, y varios intendentes. Y parte de la nomenclatura local del PJ con otro grupo de intendentes, funcionarios chubutenses nacionales, y diversos referentes, armaron el “Nuevo Espacio” peronista.

Das Neves tenía un dilema muy fuerte para elegir a su sucesor. Su primera opción fue un enemigo íntimo, con el que tuvo una larga relación de altibajos. Por entonces, el senador comodorense Marcelo Guinle era un hombre poderoso en el Senado de la Nación. Y era el tercero en la sucesión presidencial, aunque luego el kirchnerismo lo desplazó de ese sitio. Presidía comisiones clave. Pero no tenía con Cristina el feeling que sí cultivaba con el fallecido Néstor Kirchner.

Una noche, hubo una larga reunión entre Guinle y Mario Das Neves, en la residencia oficial del gobernador en Rawson. La idea de Mario era que para fortalecer la candidatura, Guinle debía renunciar a su banca en el Senado, y asumir como ministro de gobierno en su gabinete. Y el senador no aceptó.

Luego, Das Neves no tardó ni 24 horas en pergeñar la fórmula Martín Buzzi-Gustavo Mac Karthy, los dos intendentes con mejor imagen de entonces en el peronismo dasnevista. Le ganaron las elecciones a Carlos Eliceche y Javier Touriñán en una votación complementaria.

El resto de la historia es conocida. Buzzi y Mac Karthy se plegaron poco después al kirchnerismo, rompieron con Das Neves, y luego la relación entre gobernador y vice de entonces fue realmente difícil, durante buena parte de la gestión de Buzzi. Pero en aquel 2011, fue Das Neves el fiel de la balanza de la interna oficial. Hoy, a Mariano Arcioni le toca un rol parecido.

CONTEXTO PERONISTA

Se sabe que en el peronismo que es mucho más que el PJ en sí, y que está repartido entre el justicialismo agrupado en el Frente de Todos, sectores kirchneristas y cercanos a la izquierda, sindicatos muy poderosos a la derecha de estos últimos, más todos los peronistas que están en el frente oficialista que gobierna la provincia, con Mariano Arcioni a la cabeza.

Lo que está haciendo el gobernador en las últimas semanas, es ponerse por encima de la sorda disputa entre el intendente de Comodoro Juan Pablo Luque y el vicegobernador Ricardo Sastre. Un Arcioni que se recicló luego de las gravísimas dificultades financieras por las que pasó -y superó- su gobierno, que está metido en la gestión y mejoró su imagen y que recorre la provincia permanentemente en modo “campaña”, intenta ser el “ordenador” de una disputa que empieza a ponerse muy pesada entre Luque y Sastre.

Por eso, Arcioni ha empezado a decir que intenta reunirlos, habla con ambos por separado, y busca que esta “interna” no explote. En honor a la verdad, es mucho más que una compulsa entre peronistas de sectores diversos. Porque formalmente Luque y Sastre pertenecen a frentes que vienen compitiendo entre sí por la gobernación desde 2011.

Mariano Arcioni sabe que si se divide la oferta para oficialista (Frente de Todos más Chubut Al Frente), lo más probable es que el próximo gobernador sea de Juntos por el Cambio. Y por eso intenta sostener el complejo entramado de relaciones entre los poderes políticos y económicos que significan Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn, en las personas de Luque y Sastre.

Entretanto, el Gobernador ha empezado a decir que se reunirá con quien sea necesario, pero se guardará para sí la decisión de la fecha electoral (todos están trabajando para que se vote sin PASO y con o sin Ley de Lemas).

En cada conversación sostiene que debe propiciarse el encuentro entre los dos contendientes, con él mismo como garante no sólo de la paz: Arcioni quiere representatividad de su frente en un próximo gobierno, tanto en el Poder Ejecutivo, como en el Legislativo, y la principal banca al Congreso de la Nación en las elecciones nacionales del año que viene. En Chubut toca votar por tres diputados nacionales, ya que en diciembre de 2023 dejan su banca el kirchnerista Santiago Igón, la peronista Estela Hernández, y Matías Taccetta, del PRO.

NADIE QUIERE CEDER

La semana pasada luego de una reunión de sindicalistas con Luque, en Comodoro, el referente de Comercio José González -que alguna vez presidió el Congreso del PJ- presentó en la ciudad petrolera el libro “Mujeres Diversas, entre el sindicalismo, la militancia y las múltiples presencias”.

Invitó a Luque y Arcioni, que compartieron la foto y el acto. En el sastrismo, lo leyeron como un mensaje político y se están pintando para la guerra. “La verdad, es que en estas condiciones no sabemos si hay que reunirse a hablar. Nosotros no tenemos problema en hacerlo… pero vemos algunas actitudes que no compartimos”, dicen en el Golfo, donde admiten haberse sorprendido y no de manera muy grata por el lanzamiento de Luque a gobernador a través de un video en redes sociales, días atrás. A quienes impulsan a Luque, estas observaciones les importan “cero”. La nada absoluta.

Antes del libro, varios sindicalistas de peso se reunieron con Luque. Desde Comodoro lo difundieron como apoyo a la candidatura a gobernador del intendente petrolero. Pero en el sastrismo juran haber recibido llamados de algunos de esos mismos jefes sindicales, indicando que lo que buscaban era la unidad del PJ, y no una candidatura específica. Lo que mejor funciona, según se puede ver, es el teléfono descompuesto.

Hubo en la semana que paso otro síntoma del soterrado enfrentamiento Comodoro-Madryn o Luque-Sastre. Y esto fue el fallido intento legislativo de aprobar una adhesión a la ley nacional de ART. Los gremios del Valle y sobre todo el STIA que conduce Luis Núñez rechazan la ley, que permite mediaciones y aliviaría costos laborales por accidentes y enfermedades.

Hubo un corte de rutas en la 1 y la 3, lo que generó muchos inconvenientes. Y se dice que tras esos piquetes gremiales hubo algo de interna peronista, y de “manija” política. Los piquetes se levantaron cuando el legislador oficialista Roddy Ingram retiró el proyecto de la comisión que preside, y que debía dar dictamen para su tratamiento legislativo.

Los sindicalistas del Valle habían escuchado que el proyecto que resisten venía con el apoyo explícito de Luque. O al menos, eso les dijeron en la Legislatura. Pero en sendas conversaciones que habrían mantenido con el intendente de Comodoro, se lo habrían negado.

En ambos bandos quedaron resentimientos, y se vivió como un capítulo más de esta pelea “Comodoro-Madryn” que está escalando, y que Mariano Arcioni va administrando cuidando a la vez los intereses políticos de su gobierno.

Hay cuatro condimentos más para este estofado. El Gobernador aún no descarta pedir una declaración de certeza al STJ, para ver si puede o no ser candidato otra vez a una reelección. Algunos intendentes aliados que buscan fortalecer sus propias reelecciones se lo habrían pedido.

La reunión política entre Arcioni y Luque no fue tal. Sólo institucional. Iba a ocurrir el sábado, pero no pudo ser. En Comodoro cuentan que desde Puerto Madryn habrían recibido señales de humo, para concretar una reunión entre Luque y Sastre, pero a solas.

Dicen que el cacique comodorense no confirmó la respuesta. Y esta semana será difícil que se reúnan. Arcioni tiene gestiones en el interior y en Buenos Aires. Luque parte hoy a un encuentro de alcaldes en Ushuaia. Y Ricardo Sastre se va a Paso de Indios.

El vicegobernador organizó un encuentro legislativo de concejales de toda la provincia, y llevará a la meseta respuestas a gestiones que le habían pedido en un viaje anterior. La última “perlita”. Juan Pablo Luque se meterá de cabeza a tener un armado propio en Puerto Madryn.

SE DILATA EL PROYECTO DE DEROGACIÓN DE LAS PASO

Entretanto, aun no llega a discusión legislativa el proyecto de ley que elimina las PASO en la provincia. En el oficialismo y el peronismo todos miran para otro lado. En la oposición, a la vez, creen que en las últimas sesiones del año, legisladores del oficialismo y del PJ (no todos, sólo algunos), presentarían un proyecto de ley de Lemas, para ser ingresado y tratado entre el 6 y el 15 de diciembre, cuando ocurran las últimas sesiones del año.

Un detalle que es importante. Si se aprueba una ley de Lemas, las PASO quedan derogadas de por sí, devendrían en “abstracto” como dicen los abogados. Porque la ley de Lemas implica un doble voto simultáneo que resuelve las internas -es decir la selección de candidatos- y la elección general a la vez.

Aquí entran las consideraciones políticas. En una ley de Lemas, tiene mejores chances el partido que más candidatos presenta, y más en una provincia que está repartida en polos regionales, como Chubut.

Es decir que al peronismo-arcionismo les convendría tener un candidato a gobernador por cada ciudad importante. Luque, Sastre, Adrián Maderna, Exequiel Villagra, Rafael Williams, y cuantos pudieran conseguir. Incluso sindicalistas y empresarios que militan para uno u otro sector.

Lo mismo en la oposición, con un detalle. Hoy en JxC sólo aparecen el senador Ignacio “Nacho” Torres y Damián Biss en el mapa de las candidaturas a la gobernación. Pero si hay ley de Lemas, les convendría sacar a correr a Ana Clara Romero, Gustavo Menna, el propio Biss, Torres, Matías Taccetta y Sergio Ongarato en Esquel.

El dilema es que por el peso de los votos de Comodoro, si esto es así, podría resultar gobernadora incluso Ana Clara Romero (la diputada es una máquina de cosechar simpatías), o el propio Luque.

Quienes impulsan el sistema de lemas deben sacar todos los cálculos, porque la política es aritmética. No sea cosa que por ayudar a algún precandidato en particular, se estén pegando un tiro en el pie.

Para la salud de la democracia, no hay mejor que el voto directo. Con o sin PASO, pero directo. Que elija la gente, sin chicanas ni mecanismos extraños.

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