Aranguren flaqueó por las tarifas, pero Prat-Gay no supera Ganancias

El ministro de Energía, Juan José Aranguren, atravesó un momento de fuertes rumores de renuncia cuando estalló el tema tarifas. Sin embargo, logró mantenerse firme en su puesto. En aquel entonces, otro que caía entre…

martes 20/12/2016 - 14:15
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El ministro de Energía, Juan José Aranguren, atravesó un momento de fuertes rumores de renuncia cuando estalló el tema tarifas. Sin embargo, logró mantenerse firme en su puesto. En aquel entonces, otro que caía entre aquellos rumores era Alfonso Prat-Gay, ministro de Hacienda, por la interna con Marcos Peña. Se dijo que a ambos Mauricio Macri les rechazó la renuncia. Aunque Aranguren desmintió sus intenciones de irse.

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En agosto pasado, el tema tarifas dejó a Juan José Aranguren en medio de rumores de renuncia, junto al ministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay, quien se decía no se sentía «cómodo» en medio de la interna con Marcos Peña.

Luego de las audiencias públicas y de negar su alejamiento con un «me puso y me saca Macri», el secretario de Energía recuperó terreno y siguió firme en su puesto.

Sin embargo, no ocurrió lo mismo con su par de Hacienda, a quien recientemente el tema Ganancias lo dejó fuertemente herido: ¿dejará el Gobierno en los próximos meses?

Dicen que el círculo cercano del Presidente lo responsabilizó por los problemas que atravesó el proyecto original en el Congreso. Y la decisión de Macri de alejarlo de las negociaciones por la reforma del Impuesto a las Ganancias, deja al menos en evidencia que no pasa por su mejor momento.

Prat-Gay fue quien presentó el 29 de noviembre en una reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados el proyecto oficial para modificar la ley. Ese texto significaba un costo fiscal de $27 mil millones para 2017 y generó críticas internas y de la oposición.

Fue un punto de inflexión para Macri, que cambió de estrategia y puso al frente de las negociaciones al vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y al titular de la AFIP, Alberto Abad.

Por eso, el 14 de diciembre pasado, luego que se aprobara en Diputados el proyecto de la oposición, fue Frigerio quien recibió a los ministros de economía provinciales para pedirles ayuda para frenar el proyecto opositor.

A Prat-Gay lo había mandado a Colombia para la elección del presidente de la Corporación Andina de Fomento (CAF), un organismo de crédito multilateral.

La nota ese día la dio el Jefe de Gabinete Marcos Peña, uno de los funcionarios que no tiene buena relación con el ministro. Cuando un cronista le preguntó dónde estaba el Prat-Gay, prefirió resaltar a Abad y a Frigerio.

Desde el Gobierno le critican que presentó un proyecto pensado para que se debatiera recién en 2017 sin contemplar la posibilidad -que finalmente se concretó- de que se convocara a sesiones extraordinarias.

«Fue un proyecto poco atractivo para aumentar el mínimo no imponible, que golpeaba a una gran parte de la clase media que votó a Cambiemos en las elecciones presidenciales», analizan hoy a la distancia.

Además de Peña, la lista de los funcionarios enojados con Prat-Gay incluye a los poderosos Quintana y Gustavo Lopetegui. La semana pasada el Presidente dejó en claro en una reunión interna que ese trío es la columna vertebral de su gestión. Entre los reproches, señalan al ministro de Hacienda por no atender el teléfono de los gobernadores que llamaron para alertar por el costo de la reforma que pretendía impulsar el Ejecutivo. Consideran que Prat-Gay es el principal responsable de la derrota en Diputados.

«Nos mandamos un moco», manifestó recientemente Quintana. Este funcionario junto a Frigerio y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, encabezaron las negociaciones con los sindicalistas de la CGT para comenzar a enderezar la cuestión.

«Prat-Gay no es un PRO auténtico y llegó a estar donde está por ser amigo de Horacio Rodriguez Larreta, que lo llevó como asesor al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en el 2015», le facturan.

La segunda factura que le pasan a Prat-Gay está vinculada con el decreto que habilitó el ingreso de familiares de funcionarios al blanqueo de capitales. El ministro excluyó esa posibilidad cuando diseñó el proyecto de ley y el presidente Macri lo contradijo tiempo después con una norma que salió publicada en el Boletín Oficial.

El 8 de diciembre Prat-Gay se vio forzado a defender un decreto con el que no está de acuerdo. Dijo que la norma pone en el mismo plano a los parientes de los funcionarios con el resto de la población.

Y la tercera factura que le pasan algunos funcionarios de Cambiemos está vinculada con el altísimo déficit fiscal que registró la Argentina en 2016. Recientemente Lopetegui hizo público el malestar de Macri.

Las diferencias del ministro de Hacienda con los funcionarios que integran el círculo de confianza de Macri parecen insalvables. Siente que su tarea es supervisada las 24 horas, algo que lo incomoda. Y es por ello que en el mundo empresario y financiero ya empiezan a barajar la posibilidad de que Prat-Gay termine dejando el Gobierno.

Una salida diplomática sería una embajada, otra es la presidencia de la CAF, la última, un regreso a la arena política en las elecciones de medio término.

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