Los malabares para hacer rendir el salario llegaron al sector textil. Los locales «vintage» y las ferias americanas son la nueva opción de consumo para quienes deseen vestirse a módicos precios.
«En Argentina la ropa es muy cara», se escucha decir casi como un mantra a quienes recorren las principales arterias comerciales. Claro que esto no es algo nuevo sino que ha sido así durante más de una década. Sucede que en el último año esta realidad se hizo más fuerte, acorde se achica el bolsillo de los consumidores.
Ante este escenario las ferias americanas y locales de venta de ropa usada dejaron de ser un reducto «de culto» donde encontrar esa exclusiva prenda vintage para transformarse en un espacio que permite vestir a la familia a precios accesibles. Así la venta de este tipo de ropa creció en promedio un 30% impulsado por el contexto macro económico.
«En septiembre nuestras ventas crecieron un 45% en comparación al año pasado», señaló Juan Báez, socio de Galpón de Ropa, donde se comercializa ropa usada. «Tal es así que nosotros pasamos de tener un local a tener tres».
Báez indica que el público actual su bien es diverso y muy abierto a la oferta de ropa usada se vió incrementado por aquellos que buscan la «oferta» y el «ahorro». «Tenemos ropa linda y barata y una vez que alguien se acerca vuelve y no sólo por los precios», ratifica el comerciante.
La ropa usada tiene valores por debajo del 70% de lo que se paga habitualmente en los comercios tradicionales. «También están quienes traen su ropa a cambio de ‘crédito’ para adquirir otras prendas usadas», relata Báez.
«La mayoría son personas de clase media, con sueldos normales que busca alternativas porque los precios de los shoppings ya les resulta caro», indican fuentes del sector.
La proliferación de esta opción de compra es tan grande que no sólo se abrieron nuevas locales de ropa usada, sino también improvisadas ferias americanas en los hogares y tiendas virtuales como Renová tu Vestidor.
Comercio tradicional
La caída de la industria textil en los primeros nueve meses del año fue del 25%, según informan desde la Fundación Protejer. «El principal fundamento de la caída de las ventas es la retracción del consumo», explica Ariel Schale Director Ejecutivo de Protejer. «A su vez, el aumento de las importaciones ocupa un tercio de la pérdida de la rentabilidad del sector».
comercio cerrados En lo que va del año cerraron 20.000 locales comerciales.
A su vez el ejecutivo confirmó el cierre de 20.000 locales comerciales, cuando ese número se reducía a cero durante el año pasado. En el ámbito industrial también sintieron el coletazo de la caída de ventas. Las suspensiones de plantas y de turnos se tornaron en una realidad del sector textil.
