Vaca Muerta mete rebajes hasta que suba el crudo

La Cuenca petrolera neuquina no es lo que era hasta hace dos años. Las grandes multinacionales del petróleo llegaron a la provincia atraídas por el boom de los no convencionales. El barril superaba el techo…

miércoles 10/08/2016 - 11:04
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La Cuenca petrolera neuquina no es lo que era hasta hace dos años. Las grandes multinacionales del petróleo llegaron a la provincia atraídas por el boom de los no convencionales. El barril superaba el techo de los 100 dólares y los altos costos de las perforaciones sobre Vaca Muerta eran un obstáculo, pero al mismo tiempo, un desafío que todos buscaban entender para poder superar.

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Demostró ser así, se bajaron los costos de perforación, pero el tiempo y la geopolítica hicieron lo suyo. El barril de petróleo cayó hasta límites impensados: hoy cotiza en torno a los 45 dólares, el sector atraviesa una crisis a nivel global, y eso puso en tensión a toda la industria.

Pese a que la fiebre del petróleo, de la que tienen noticias localidades como Añelo y Centenario, entre otras que modificaron su forma de vida, bajó varios cambios, en el primer tramo del año en la provincia hay algunos indicadores que le permiten diferenciarse, con los matices del caso, de otras provincias petroleras. No está claro hasta cuándo será así.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Energía de la Provincia, en el primer semestre del año la producción total de gas se incrementó 7%. En buena medida fue por el 42% de producción adicional de gas no convencional respecto del mismo período de 2015.

Se explica, en parte, por el cambio de rumbo que eligieron algunas empresas: con el barril bajo y con la promesa de un mejor precio del gas en boca de pozo (pasó de menos de tres dólares a unos cinco por millón de BTU), sus planes de negocios buscaron una segunda oportunidad, a la espera de una mejora del crudo.

En lo que va del año fueron otorgadas cinco concesiones de explotación no convencional: dos son de Total, una de Petrobras y dos de Tecpetrol, mientras que durante todo el año 2015 totalizaron nueve (todas en el segundo semestre).

Con todo, el primer semestre de 2016 refleja un 37% menos de pozos perforados con respecto a igual periodo del 2015, según publica La Mañana de Neuquén.

Hay una baja del 34% en equipos de perforación, de un 21% en equipos de workover.

En algún punto estos datos, y pese al empuje de los no convencionales, explican que la producción total en el primer semestre de 2016 haya disminuido un 3% en el caso del petróleo y subido un 7%, como se explicó para el total del gas, siempre comparándolo con el primer semestre del 2015.

“Lo que se afectó en alguna medida fue el desarrollo masivo, por la coyuntura internacional. De todos modos, es significativo que Vaca Muerta siga motivando inversiones como las que hemos cerrado en el primer tramo del año. La geología está, todos lo saben, y esperamos por una mejor coyuntura internacional”, dijo el ministro de Energía Marcelo Nicola en un diálogo con este suplemento.

Hasta el año pasado, la Provincia venía recibiendo inversiones por 5000 millones de dólares anuales. El panorama hacia adelante es un tanto incierto. En las empresas petroleras algunos dicen que este año la cifra podría ser un 25 por ciento menor.

Como uno de los termómetros podría tomarse la baja cercana a un 30% de actividad de YPF y el resto de las empresas, en sólo un 9% menos, según los datos del Ministerio de Energía.

El barril más bajo produjo un cambio: ahora las empresas se vuelcan al gas.

El contexto y el trabajo

Bajo la fiebre shale, que junto a la sangría el Banco Central de la República Argentina propició la nacionalización de YPF, en la cuenca neuquina comenzó a delinearse un escenario de captación de mano de obra, que motivó la llegada de miles de personas a la provincia atraídas por la fiebre de los no convencionales.

Chevron, Exxon, Whintershall y Total son algunas de las empresas de peso que pusieron sus ojos en la cuenca neuquina.

Con la baja del barril comenzaron los estímulos internos a la producción. Por un lado, el denominado “barril criollo”, que establece un precio de 67,50 dólares, a partir de un subsidio nacional.

Es decir, las operadoras reciben un plus, si es que el precio internacional está por debajo, hasta alcanzar la mencionada cifra.

Por un lado, sirvió para mantener ciertos márgenes de actividad en un contexto complicado. Otro tanto ocurrió con el valor del gas, como ya se mencionó: la suba del valor para el fluido que extraen las operadoras en la provincia y que pueden vender a un precio mayor, al margen de que esto también haya impactado en la suba de la factura que pagan los usuarios de todo el país.

Pese a estos estímulos internos, lo cierto es que el panorama de la actividad está lleno de conjeturas.

La crisis se extendió, como no podía ser de otra forma, al mundo del trabajo, donde miles de empleados saben de los recortes de sus haberes.

Parte de todo esto también formó parte de la última paritaria del gremio petrolero, largamente discutida durante el primer tramo del año. Son cerca de 20.000 empleados de Neuquén, Río Negro y La Pampa, que conocen cómo los estertores del precio internacional se meten en la intimidad de su forma de vida.

 

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