Al actor le llegó la quinta denuncia y en esta oportunidad fue contra una trabajadora de la provincia. La mujer se dirigió a la Justicia para realizar la acusación, dejando más complicado al humorista.
En esta nueva oportunidad, la víctima dijo haber sido abusada sexualmente cuando le tocó atender a Gianola en el Hotel Playa de Puerto Madryn el año pasado.
«Cuando me llevan a la habitación, él estaba esperándome cubierto con una toalla chica en la zona íntima, era la primera vez que me pasaba con un cliente que me esperara así, me puse un poco nerviosa pero iba a hacer mi trabajo, no le di importancia», contó la masajista vía What’s App que luego viralizó el periodista «Pampa» Mónaco en el programa «Nosotros a la mañana», por El Trece.
Y todo parecía que se desarrollaba de forma normal hasta que, según relató, de a poco el momento se tornó muy incómodo hasta que la atacó.
«Lo que me incomodó todo el tiempo que duró el masaje fue que no paraba de hacer poses en la camilla. Todo el tiempo me pedía que le diera masajes en los glúteos y debajo del glúteo, a lo que yo no accedí«, añadió la mujer.
Instantes después de la sesión de masajes, Gianola «estaba semisentado en la cómoda que había en la habitación con las piernas abiertas con esa minitoalla», rememoró la masajista. El humorista le consultó cuánto salía el servicio, para después cambiar el tema de conversación.
«Me agarró con las piernas, me abrazó y me empezó a besar. Allí empiezo a hacer fuerzas para sacarlo, muy asustada, jamás había vivido una situación así, muerta de miedo, sabiendo que podía ser violada o abusada», recordó la víctima.
«Me suelta y me dice: ‘¿Sabés quién soy yo? Vas a estar con Fabián Gianola, negrita’«, puntualizó la mujer aterrorizada.
Sin rendirse, Gianola siguió: «Me dice ‘negrita, le vas a contar a tus amigas que estuviste con Fabián Gianola’«.
Con mucho miedo por la incómoda situación que atravesaba en aquel momento, la masajista le manifestó que se tenía que retirar para alimentar a sus hijos, para luego volver y tener ese encuentro con el acusado en reiteradas oportunidades por abuso y acoso sexual, a lo que Gianola cayó en el engaño.
«Me dijo que le encantó la idea, que pedía la cena y algo para tomar. Le dije que sí, dando por hecho que volvía. Agarré mi camilla y me fui temblando del lugar… No podía creer lo que me había pasado. Subo al colectivo, llamo a mi amiga, le cuento lo que me pasó y trata de tranquilizarme«, concluyó la masajista en aquel momento de tensión.
