Desde Buenos Aires alertaron al 911 sobre la presencia de un pasajero que portaba una bomba en un avión que se dirigía a Comodoro.
Los pasajeros del vuelo AR1824 de Aerolíneas Argentinas no se enteraron por qué los hicieron descender lejos del hangar y los tuvieron esperando en el aeropuerto General Mosconi por un par de horas.
Es que un llamado desde Buenos Aires, ciudad origen del vuelo, alertaba sobre la presencia de un pasajero en la fila 21 de la aeronave que portaba una bomba.
Esto motivó la intervención de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y GEOP en la llegada del vuelo a Comodoro a minutos de cumplirse las 2 de la madrugada.
Cuando la aeronave tocó tierra, en vez de estacionarse próxima al hangar, permaneció a 300 metros de la terminal, por lo cual los 60 pasajeros y 5 tripulantes debieron recorrer esa distancia hasta el aeropuerto en medio de la gélida madrugada dominical comodorense.
Tras la evacuación de los pasajeros tomó intervención la División Explosivos que examinó el Embraer 190 de Aerolíneas Argentinas corroborando que no había presencia de material peligroso en el avión.
Consecuentemente se procedió a examinar los equipajes de los pasajeros y particularmente el del pasajero que se sentó en la fila 21, un hombre que venía acompañado por su pareja, ambos oriundos de Comodoro.
No hallaron indicios de material explosivo y los pasajeros fueron liberados para retornar a sus hogares recién promediando las 4 de la madrugada.
