Habría sucedido en la seccional Quinta. Además, durante la mañana de ayer le incendiaron la casa.
Con evidentes consecuencias de una brutal golpiza en su rostro, sobre los párpados y la boca -lo que le hizo perder un par de piezas dentarias- y con parte de su ropa aún con resto de sangre, el joven Sergio Díaz denunció que fue “detenido a la madrugada de ayer mientras estaba durmiendo, cuando la policía entró a mi casa, me tiró al piso y comenzó a golpearme sin darme tiempo a reaccionar siquiera”.
Mientras eso sucedía, yo pedía que me dieran explicaciones y en ese momento “uno de ellos me dice: ‘así que ahora no te acordás de la mujer boliviana que apuñalaste’, y me seguían golpeando a pesar de que les decía que no tenía nada que ver, que no sabía de qué me hablaban”, publicó Diario Crónica.
Sin más explicaciones “me sacan y ahí veo tres o cuatro móviles policiales cerca de mi casa en Cerro Solo, y me dicen que voy detenido por el ataque a la mujer sin dejarme cerrar la puerta de mi casa siquiera y me llevaron a la Quinta”.
Consultado si había tenido atención médica por las lesiones, el hombre señala que “para nada, la atención que me dieron fue una nueva golpiza mientras me decían que iban a averiguar mis antecedentes y que seguro no salía de la comisaría”.
Mientras tanto y durante la mañana de ayer, el joven sufrió el incendio de su vivienda, la que se convirtió en cenizas con todo lo que tenía adentro, situación de la que Díaz tomó conocimiento durante la tarde, cuando lo dejaron en libertad “porque no pudieron comprobarme nada malo, si yo vivo trabajando, llego a la noche a mi casa y de vez en cuando llevo a mis hijos, los que por suerte no estaban conmigo cuando entró la policía”.
Dolorido e indignado por la actuación policial y por las consecuencias del incendio que lo dejó absolutamente sin nada, el joven se pregunta “quién responde por esto. Me golpearon, me llevaron preso sin que conozca siquiera de qué me acusaban y si me dejaron libre fue porque no pudieron comprobarme nada. Me dejaron sin nada”.
En cuanto al incendio, Díaz no sabe qué sucedió pero presume que quizás por haberlo estado la policía en su casa y por acusarlo de atacar a una desconocida mujer “pudieron ser los mismos vecinos bolivianos los que prendieron fuego mi casa como represalia, porque son una comunidad muy unida y si bien jamás tuve problemas con ellos, tal vez pensando que habría sido el agresor actuaron de esa manera. No sé cómo pasó pero lo cierto es que no me quedó nada. Toda la casita, los muebles, mi ropa, todo se convirtió en cenizas”.
Conmovido aún por los golpes y la destrucción de sus pertenencias, Sergio Díaz aseguró que “voy a buscar la certificación médica de mi estado y el lunes haré la denuncia en Fiscalía porque esto no puede quedar impune”.
