Un «agitador» de derecha paso por Chubut

El gobernador Mario Das Neves no se priva de nada y sobre todo no descarta nada para tratar de arrimar su nombre al escenario nacional. De hecho, en su último discurso como gobernador, en la…

martes 01/03/2011 - 8:00
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El gobernador Mario Das Neves no se priva de nada y sobre todo no descarta nada para tratar de arrimar su nombre al escenario nacional. De hecho, en su último discurso como gobernador, en la apertura de sesiones ordinaria de la Legislatura chubutense el domingo pasado, se rodeó nada menos que de “El Colo” Francisco De Narvaez, el “hermano” José “Pepe” Scioli y del “sheriff” Javier Castrilli; un rejunte cada vez más volcado a la diestra. Un “tropa” de temer por si a algunos de los presentes se le ocurría no aplaudir el discurso revisionista del amo de Chubut.
Lejos de invitar a algún legislador nacional que respete (si es que respeta a alguno), a algún funcionario nacional con el que se entienda (si es que tal como declama hace una salvedad entre gestión y campaña) o simplemente a algún intelectual con el que se identifique que pusiera en valor la función legislativa en el marco de las democracias efectivas, acto que a propósito inauguró por última vez; Das Neves prefirió invitar a la banda de precandidatos bonaerenses.

Dicen los que saben que esta no fue una decisión “al voleo”, sino que el chubutense decidió reanudar el nunca terminado flirteo con De Narváez en virtud de los enormes desencuentros que sigue sosteniendo con los caudillos del Peronismo Federal, donde todo indica que Duhalde maneja los hilos más finos y firmes. Además, el ninguneo kirchenerista es cada vez más evidente, sobre todo al evidenciarse el rotundo fracaso que parece tener el empapelado dasnevista en un terreno un poco grande, y con un personaje que hace un esfuerzo por sonreír en las gigantografías, pero que en definitiva da la firme sensación que solo suma más crispación, pocas ideas, menos estética y nada de carisma.

En ese marco, todo indica que el espanto que hoy une a Das Neves, De Narváez, José Scioli y Castrilli parece ser sencillamente la urgencia de definir sus futuros políticos y porque no económicos y legales.

Hoy por hoy, quienes leen la borra del café, piensan que Mario Das Neves dialoga con su almohada sobre sus verdaderas y pocas posibilidades en una interna del PF.

Mientras, De Narváez juega fichas en todas las mesas para llegar a la ansiada conducción de la Provincia de Buenos Aires y para ello es capaz de prometerle acompañamiento a la candidatura presidencial -con diferencias de días- tanto a Macri como a Das Neves. Los otros invitados también atienden su juego: José “Pepe” Scioli acompaña a “El Colo”, por colorado y por colombiano, pero además porque le promete ser el futuro jefe porteño. Mientras que el “Sheriff” Castrilli es capaz de hacer doblar la pelota y prometer mano dura en la Capital, todo para sumarle unos votos a Das Neves y llegar a dirigir a los porteños si la jugada sale bien.

Suman menos de lo que restan

Lo cierto es que el rejunte parece que al final del camino no provoca todo el efecto esperado. En el ámbito político, el propio Mauricio Macri retomó las conversaciones con De Narváez casi en simultáneo que el empresario adulaba a Das Neves en la única peatonal de Rawson. Ayer mismo el jefe del Gobierno porteño descartó oficialmente una alianza con Duhalde, y subrayó que conformará una fórmula presidencial sólo con integrantes del PRO, apurándose a aclarar que por supuesto con los peronistas que lo conforman, donde todo indicaría que “El Colo” tiene su sitial de privilegio.

En el ámbito mediático, ayer casi ningún medio nacional ni regional se hizo eco de la presencia de los bonaerenses que acompañaron a Das Neves
, y ninguna interpretación auspiciosa surgió de esa postal.

Y en el ámbito social, la masa históricamente reniega de la política del “sálvese quien pueda” y eso parece ver en las impredecibles alianzas -como esta- que teje el dasnevismo día por día, sin medir cuestiones ideológicas, éticas o incluso chequear el historial de “los amigos de turno”.

Cuidado con “El Colo”
Quienes miran de lejos y con memoria, detallan que De Narváez es un hombre con una carrera política tardía, sin estudios universitarios y con fama de ser un poco acomodaticio. La mayoría de los que saben que les va a costar llegar, se lo suelen sumar porque en un país en el que casi todos los políticos conspiran para llegar a ser presidentes, Francisco de Narváez es el único que no puede aspirar a ese puesto, dado que nació en Colombia, y aunque vive en Argentina desde los cuatro años, la Constitución exige que el presidente haya nacido en suelo nacional.

Pese a esto, se las arregló para ser el primer extranjero en llegar a ser diputado nacional en el 2005 por la provincia de Buenos Aires y de la mano del peronismo. Esa no fue la única originalidad de este empresario que se define a sí mismo como «un agitador» y cuya frase preferida, tatuada en su cuerpo, es «crisis es oportunidad».

Según una definición de un colega nacional, «El Colorado» tuvo además un derrotero político zigzagueante en la búsqueda del poder. Se nacionalizó en 1983 para votar por Raúl Alfonsín; luego, inició su carrera política junto a Mauricio Macri, luego se enroló con Carlos Menem y más tarde aplaudió el ascenso de Kirchner. Ascendió al Congreso de la mano de Eduardo Duhalde y, finalmente, cuando se distanció de Roberto Lavagna, volvió -o tal vez nunca se fue- al lugar donde había comenzado por negocios, ideas y procedencia social, el PRO de los Macri.

Conocido por su «billetera generosa y codiciada» para proyectos políticos, sociales y culturales -con una fortuna que ascendería a 500 millones de dólares-, sumado a la desesperación para alcanzar un cargo, De Narváez es un “buen amigo” y mejor aliado para Das Neves o cualquiera que vaya de atrás en la maratónica carrera nacional.

Es lógico que la viveza política indique que es todo un negocio capitalizar la laboriosidad política y la inversión de recursos de “El colorado» que ya lleva recorridos, con su avión Cessna y su camioneta blindada, más de 60 pueblos de la provincia de Buenos Aires en una campaña centrada en su figura.

Sin embargo dicen que esta alianza, como todo negocio rentable tiene también sus grandes riesgos: La imagen del empresario tinellizado, no siempre atrapa por el tatuaje o por el meneo de sus caderas. De Narváez ha tenido que hacer frente a una seria acusación que la mayoría de la ciudadanía recuerda, al ser llamado a declarar porque desde uno de sus teléfonos móviles se habrían realizado llamadas al “Rey de la Efedrina”, un narcotraficante de drogas sintéticas que por ahora no vamos a nombrar.

Si bien el empresario negó las acusaciones, aparentemente nunca desmintió por completo que las llamadas existieran, ni explicó demasiado porqué llamó a ese número. Un tema oscuro que arrastra el colombiano y que parte de los políticos con cintura tratan de despegar de sí.

Lo cierto es que todo indica que a esta altura del partido la posibilidad de que alguien le garantice a Das Neves sumar en Provincia y continuar sus flirteos con Duhalde, Macri o el que venga para acercarse a algún cargo nacional, parece que vale el esfuerzo de volverse a enredar con De Narváez, una alianza promovida históricamente por Das Neves Junior, a pesar de las múltiples recomendaciones de expertos que le aseguraron no pocas veces a viva voz al nene: “Cuidado: el Colo te va a cagar!”. Habrá que ver que dice la historia…

Fuente: Diario de Madryn

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