Tras la pandemia, aumentaron las consultas con los “psiquiatras” para perros: cómo es y qué hacen

Históricamente, los problemas en el comportamiento de las mascotas se asociaron a la agresividad de determinadas razas de canes. Hoy en día, existe una rama de la veterinaria que postula lo contrario y que acude a tratamientos conductuales y farmacológicos para mejorar su calidad de vida.

domingo 28/01/2024 - 9:38
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En el barrio de Paternal (CABA), vive Kala, una perra de raza pitbull de ocho años, junto a su dueña Marina Navarro. En sus primeros años de vida, la familia comenzó a notar que tenía conductas inusuales y se alarmaron cuando empezó a atacar a otro perro de la casa y a los gatos. En ese momento, un grupo de albañiles inició una refacción en la vivienda y el can se quedó a solas con ellos en algunas ocasiones, por lo cual asumieron que quizás ese era el problema.

Así fue cómo acudieron a un adiestrador canino que los ayudó a resolver algunas cuestiones, pero no del todo. “Notamos que estas reacciones de ataque estaban siendo cada vez más reiterativas y más agresivas”, explicó Marina a TN.

Tras una exhaustiva investigación, la joven descubrió una alternativa que parecía prometedora: la etología, “el estudio científico del caráctercostumbres hábitos de una especie cuyo objetivo es describir el comportamiento animal en su hábitat natural y la razón/causa de los mismos, su función adaptativa y su cambio evolutivo”, según explicó Agustina Gasparini, médica veterinaria especializada en el área.

A su vez, hay una rama aún más específica llamada etología clínica -también conocida como la “psiquiatría” de los animales– que estudia, previene, diagnostica y trata comportamientos problemáticos. “En ella, se utilizan conocimientos médicos, técnicas de modificación de conducta, psicofármacos y terapias complementarias”, detalló Gasparini.

De “perros violentos” a “pacientes” afectados por la pandemia

La adopción de una mascota conlleva una gran responsabilidad y, con el pasar de los años, se tomó una mayor conciencia al respecto. En el caso de los perros, diversos problemas de conducta se empezaron a dejar de ver como algo innato y se dio un paso en poner el foco en el origen de dicho comportamiento.

La etología es una rama de la veterinaria para el bienestar de los perros. (Foto: Pexels)
La etología es una rama de la veterinaria para el bienestar de los perros. (Foto: Pexels)

En ese contexto, en mayo del 2020, surgió la Asociación de Etología Clínica Veterinaria Argentina (AECVA), una organización sin fines de lucro que promueve el estudio y la investigación científica de las enfermedades del comportamiento, así como también la formación profesional y de tutores. Dicha institución, está conformada por 50 veterinarios con una trayectoria destacada en la materia y distribuidos en distintas provincias del país.

“En los últimos tres años, se incrementó el número de consultas por problemas de conducta de perros y gatos, porque los tutores comenzaron a conocer la existencia de la especialidad (aunque aún falta mucha difusión de su existencia), y a involucrarse en la búsqueda de profesionales médicos, para una mejora o solución”, expresó Omar Robotti, presidente de AECVA, en diálogo con TN.

Según Robotti, durante la pandemia, el aislamiento llevó a una convivencia más cercana con los perros, lo cual hizo que se modifique su rutina en tanto la frecuencia duración de los paseos. Además, señala que la compañía permanente perjudicó a la adaptación posterior cuando se volvió a la “normalidad”.

“El inicio de la actividad normal después de la pandemia originó nuevamente un cambio en las rutinas diarias del animal de compañía, con la consecuente aparición de un comportamiento problema”, agregó.

Dentro de las consultas más frecuentes, la etóloga Gasparini indica que algo que se repite constantemente es el Síndrome de privación sensorial, “una patología del comportamiento que se caracteriza por una gestión deficitaria de informaciones sensoriales”, es decir una condición en la que los “peluditos” demuestran un miedo excesivo a cualquier estímulo.

“Muchos de mis pacientes con esta afección fueron adquiridos por sus tutores en la pandemia de Covid-19 y me relatan que durante los primeros meses (coincidente con la etapa de sociabilización de los cachorros, que es cuando tienen que adquirir los estímulos a los que se enfrentarán en su vida adulta) permanecieron encerrados sin ningún contacto con el exterior, ni otra personas o animales”, señaló.

Muchos de los cachorros adoptados durante la pandemia, sufrieron el síndrome de privación sensorial, una de las consultas más frecuentas en etología. (Foto: Pexels)
Muchos de los cachorros adoptados durante la pandemia, sufrieron el síndrome de privación sensorial, una de las consultas más frecuentas en etología. (Foto: Pexels)

Recientemente, este último punto cobró relevancia cuando el presidente Javier Milei mostró el avance de la construcción de caniles para que sus cuatro perros puedan mudarse con él en la Quinta de Olivos. Según comentó, durante la cuarentena, “perdieron la sociabilidad” y no pueden tener contacto ya que son agresivos entre sí.

Ignacio Ojeda Bonillo, veterinario y etólogo clínico, señaló que las situaciones que más llegan a su consultorio son “por lejos, los problemas de agresividad (hacia los tutores, personas desconocidas, perros, entre otros) y los problemas relacionados con la separación (aullidos, ladridos y conductas destructivas dentro de la casa)”.

Este fue el caso de Kala, que padece ansiedad por separación y que, según Marina, “es como una sombra y siempre va atrás de uno por la casa”. Después de la visita a una etóloga, descubrió que la conducta agresiva que había desarrollado su perra era por miedo y no correspondía a algo innato.

Ella es Kala, una perra pitbull de ocho años y paciente de etología clínica. (Foto: gentileza Marina Navarro)
Ella es Kala, una perra pitbull de ocho años y paciente de etología clínica. (Foto: gentileza Marina Navarro)

Así fue cómo empezó un largo tratamiento que se disponía a que pueda tener una mejor calidad de vida. “Desde hace dos años, empezamos a medicarla de manera gradual, con una dosis cada 12 horas. Con el tiempo, bajamos las dosis porque la idea no es tener todo el tiempo medicado al animal”, explicó Navarro.

“La experiencia fue super positiva. Pudimos encontrar el balance, el equilibrio y más herramientas para encontrar esa armonía en la casa. Gracias a ellos supimos cómo manejarla y cómo hacerle un bien a ella para bajarle su ansiedad”, concluyó.

Cuáles son las señales a tener en cuenta para saber si tu perro necesita un etólogo

Las consultas con un etólogo se pueden realizar tanto de manera presencial o a través de una videollamada. En las sesiones, se realiza un cuestionario al tutor y se le pide una recopilación de videos para poder observar las conductas del perro. “También se pueden llegar a pedir distintos estudios complementarios para descartar causas orgánicas en los problemas de comportamiento, como análisis de sangre, resonancia magnética, entre otros”, señaló el Dr. Bonillo a TN.

Los especialistas advierten sobre las señales a tener en cuenta para saber si tu perro necesita un etólogo. (Foto: Pexels)
Los especialistas advierten sobre las señales a tener en cuenta para saber si tu perro necesita un etólogo. (Foto: Pexels)

Las señales a tener en cuenta para saber si un perro necesita la asistencia de un etólogo “pueden llegar a tener un grado de subjetividad, ya que podríamos decir que en cualquier situación de convivencia con un animal de compañía que se torne problemática es recomendable la consulta”, agregó el veterinario.

La etóloga Agustina Gasparini comparte esa visión y agregó algunos ejemplos que deben llamar la atención del adoptante: “Si tu perro muestra agresividadmiedos o si no tiene un correcto control de la mordida al jugar con vos o con otros perros”.

Tras el diagnóstico, siempre se da un tratamiento cognitivo conductual,es decircambios que realiza el tutor a nivel de manejo, rutinas y ambiente del animal, y, a veces, puede haber un tratamiento farmacológico y/o quirúrgico, como por ejemplo la castración, según Bonillo.

El tratamiento de un etólogo consiste en una primera instancia de tratamiento cognitivo conductual y, si es necesario, se agrega medicación. (Foto: Pexels)
El tratamiento de un etólogo consiste en una primera instancia de tratamiento cognitivo conductual y, si es necesario, se agrega medicación. (Foto: Pexels)

Ambos profesionales explicaron que la medicación en perros es algo que está avalado mundialmente y que está respaldado por la ley. “Actualmente muchas de las que usamos son formuladas para humanos”, sostuvo Gasparini.

Con respecto a la duración del tratamiento, el etólogo explicó: “Los tiempos son muy variables y dependen del problema que tenga la mascota. Hay casos que con una sola consulta se maneja el problema y hay casos que pueden llevar más de un año en sesiones mensuales o bimensuales”.

Por último, los miembros de la AECVA señalan que día a día es frecuente ver noticias sobre personas heridas o muertas por agresividad canina. Por esta razón, reiteran “la importancia de buscar el asesoramiento correcto, oportuno y profesional del médico veterinario ante comportamientos que generen problemas de convivencia en la familia o con terceros. Esto, junto a la tenencia responsable del animal de compañía por parte de las personas, nos asegura que podremos disfrutar del vínculo con los animales que todos queremos”.

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