Un viejo pero inmaculado Renault 1212 se hizo famoso en las redes sociales tras ser fotografiado mientras circulaba por la cordillera de Neuquén a la altura de Caviahue, al noroeste de la provincia, en plena temporada de invierno.
La imagen fue captada por Augusto José Calogero, un fotógrafo que justo transitaba por la Ruta 26 en un Volkswagen Gol Trend junto a su familia. “En medio de la ruta vi al Renault 12 pasándonos como un campeón. Más adelante estacionaron y estaban tomando unos mates”, contó a LMNeuquén.
Cuando concluyeron la parte más complicada del camino, Calogero y su familia se bajaron del auto para sacar las cadenas (había nieve en la ruta). Y el Doce volvió a aparecer: “Lo vi, saqué la cámara y tomé la foto. Cuando la vi me di cuenta que era hermosa”, confesó.
Augusto publicó la foto en un grupo de Renault 12 de Facebook porque quería llegar a los dueños. Y las redes sociales lo lograron: apareció Federico Castro, el titular del auto, con quien charló y quien le contó que “no lo piensa vender nunca en su vida”.
Horas más tarde, en diálogo con RíoNegro.com.ar y tras haber saltado a la fama en toda la Patagonia, Federico reveló que el viaje desde Neuquén (allí reside) a Caviahue le llevó alrededor de cinco horas, y que lo hizo para que sus hijos conozcan la nieve.
En ningún momento del trayecto circuló con cadenas, por lo que tuvo que conducir con mucha precaución. “Cuando iba subiendo, cerca de Caviahue, uno me recomendó que desinflara un poco las ruedas. Y mientras pasaba, la gente me alentaba y me decían ´vamos que es un Renault 12´, y llegamos…”, relató.
Federico contó que en ese destino estuvieron tres días y que a la noche cubría el motor con una frazada para que no se congele el agua. “A la mañana lo arrancaba tipo 11 de la mañana. Subió al cerro sin ningún drama. Había gente que nos paraba y nos sacaba fotos. Es un orgullo”, aseguró.
“Nunca nos imaginamos que iba a ser tan popular el auto.Ayer salí a comprar y una persona me preguntó si era el que había salido en las redes sociales y se sacó una foto”, agregó el padre de Ignacio (6) y Iam (4), y pareja de Karen, con quienes vive en el barrio La Sirena.
También confesó que sus compañeros de trabajo lo cargan y le dicen “Negro, no podés tener un Renault 12″, pero él les explica que la alegría que le da este auto no se la da ninguno. “Es algo especial”, dijo.
“Es un auto que no te va a dejar nunca a pata. Quien me envió el auto imagínate que mandó un atadito de alambre y poxilina. Son autos que si se te corta el cable del acelerador le ponés un pedacito de alambre y llegas a destino. Tiene una mecánica sencilla”, explicó.
El primer auto de Federico fue un Renault 12, cuando tenía veinte años (ahora tiene veintisiete). “Costó 15 mil pesos, que era una locura en ese entonces. Yo le pagaba por cuotas a mi papá. Con ese fui a Las Grutas, Cholila y anduve por la cordillera”, relató.
Con el paso de los años comenzó a trabajar en la industria del petróleo, vendió el 12 y se compró un Volkswagen Vento, pero nunca se olvidó de su primer amor. “Siempre me encantó el Renault 12. Tuve otros autos, pero se me dio por buscarlo. Y el naranja que tengo ahora lo traje de Rivadavia, Mendoza”.
“Lo conseguí por un compañero que trabaja allá en Mendoza. Quien me lo vendió me dijo que no lo venda más porque él siempre pasa por la cordillera y lo pasa a ver. Fue como que le quité un poco de su corazón al hombre, pero está en buenas manos”, expresó.
Fuente: TN