Tenía 90 años, lo estafaron por $130 millones con «el cuento del tío» y falleció de «angustia»

Un abuelito cayó en una clásica jugada protagonizada por delincuentes y sufrió la pérdida de una enorme cantidad de dinero. Al conocer todo lo perdido por la estafa, el hombre «murió de tristeza», según afirmó…

jueves 19/05/2022 - 19:53
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Un abuelito cayó en una clásica jugada protagonizada por delincuentes y sufrió la pérdida de una enorme cantidad de dinero. Al conocer todo lo perdido por la estafa, el hombre «murió de tristeza», según afirmó su familia.

La víctima se llamaba Ernesto, vivía solo y recibió en su celular una llamada de una persona que se hizo pasar por su hermana, avisándole que iba a enviarle un remís para retirar las cajas de seguridad del banco para que le hicieran un cambio de dólares estadounidenses. El motivo fue que «eran de cara chica».

Según afirmaron desde su entorno familiar, el anciano accedió, entró al auto que lo buscó por su casa, se dirigió a dos bancos a retirar el dinero «de cara grande» y se lo dio a los supuestos ayudantes de su hermana.

Por último, el hombre se quedó en una esquina del barrio porteño de Caballito, con la esperanza de que en 20 minutos regresarían los dólares a él. Una hora después, el abuelo se comunicó con su hermana que le indicó que no le había mandado ningún coche y que todo era una farsa.

«Lo llevaron a pasear un poco con la excusa que tenían que sacar una fotocopia especial, le dijeron que iban a estacionar para que no camine y a los 30 minutos se dio cuenta que no iban a volver. Ahí es cuando pidió un celular y llamó a mi mamá», explicó Andrés, su sobrino, en el canal A24.

La estafa finalizó con la noticia menos esperada. Tras conocer que los detalles de la situación, Ernesto comenzó con un ataque de nervios y murió de la angustia.

“Ese día hicimos la denuncia en la comisaría. Cuando terminamos, lo llevo a la casa, estaba por llegar la mujer que lo cuidaba. A la tarde, la policía va a hacer más preguntas. Suben y, cuando se están yendo, él le dice a la chica que los acompañe hasta abajo. Ella baja y cuando vuelve empieza a tocar la puerta. Él no respondía. Nos llama, salimos para allá, abrimos y lo vimos sentado ya sin vida en el sillón de la casa. Estuve 15 minutos haciendo RCP”, concluyó Andrés.

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