El atacante de 20 años, logró secuestrar, atar y tatuar la cara de la víctima de 18 años a pesar de tener una orden de restricción.
Tayane Caldas, aseguró que esto sucedió durante el último episodio de violencia de su expareja, quien ya la había agredido en otras ocasiones. El hecho ocurrió en Taubaté, en el sureste de Brasil, según publica TN.
Según lo relatado por la joven, salió de su casa el viernes para ir a un curso cuando Gabriel Henrique Alves Coelho se acercó y la obligó a subirse a un auto.
Luego, la llevó a su domicilio donde permaneció todo el fin de semana, y la sometió a agresiones e insultos. Fue allí donde el atacante, aprovechó para hacerle a la fuerza un tatuaje en el rostro.
“Inmediatamente después de los ataques, me ató los dos brazos y dijo que me iba a tatuar la cara. Lloré, supliqué. Le pedí que no lo hiciera porque destruiría mi vida y él sostuvo que lo haría de todos modos”, detalló la joven.
Comentó, en diálogo con Globo: »Mientras gritaba, me golpeó. Después vi el tatuaje hecho y solo pude llorar».
La denuncia fue realizada por su madre, quien logró que el agresor fuera detenido por la policía para luego ser trasladado al centro de detención provisional.
La mujer lo acusó por violencia doméstica, a pesar de que sobre él ya pesaba una medida cautelar que le impedía acercarse a la joven.
La palabra del agresor
Por otro lado, en la comisaría, Alves Coelho presentó un video en que asegura que su expareja le permitió el tatuaje. Utilizó el producto audiovisual como argumento para defenderse, asegurando que hubo consentimiento por parte de la víctima.
La versión es investigada por la policía, ya que la chica aseguró que fue amenazada y atada durante la grabación. El caso fue remitido al Departamento de Defensa de la Mujer (DDM), que investigará lo sucedido.
El agresor, hasta el momento, continúa en presión tras haber sido sometido a una audiencia de custodia.
