Sólo diez días de cuarentena en marzo hundieron la industria y la construcción

«Analizamos protocolos para abrir actividades económicas». Las palabras este mediodía del presidente Alberto Fernández, que se suman a la lista oficial preparada por el Gobierno de 1000 empresas privadas que ya podrían comenzar a abrir…

jueves 07/05/2020 - 0:27
Compartí esta noticia

«Analizamos protocolos para abrir actividades económicas». Las palabras este mediodía del presidente Alberto Fernández, que se suman a la lista oficial preparada por el Gobierno de 1000 empresas privadas que ya podrían comenzar a abrir sus puertas en una próxima etapa, encuentran fundamento en los números. La industria y la construcción, motores de la economía, mostraron en marzo -con sólo diez días de cuarentena- un desplome.

El Indec informó esta tarde que el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) se hundió en marzo un 46,8% en la medición interanual y un 32,3% en la mensual desestacionalizada. La Nación señala que también se derrumbó la producción de insumos del sector.

El organismo estadístico estimó además que el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI) del tercer mes del año se retrajo un 16,8% en ese mismo período con relación al mismo mes del año pasado y un 17% con relación a febrero.

Ambas actividades venían arrastrando un muy importante freno luego de dos años de recesión económica, elevada inflación, extrema volatilidad del tipo de cambio y tasas de interés. La construcción había mostrado una baja de 22,1% en febrero, mientras que la industria, de 0,8% (aunque con una mejora en el mes como consecuencia de la baja de la tasas).

Los insumos para la construcción mostraron derrapes que llegaron al 74,6% de caída, por ejemplo, en el caso del asfalto (vinculado a la obra pública). Todos cayeron y en variaciones de dos cifras. Las bajas más importantes fueron para el hormigón elaborado (-68%), el hierro redondo y aceros para la construcción (-61,1%) y las pinturas para construcción (-54%). El cemento, insumo estrella, mostró un derrumbe de 46,5%, según el Indec.

No hubo datos sobre la superficie autorizada por los permisos de edificación, un indicador clave de la construcción privada (un 75% de la actividad). «Debido a la emergencia sanitaria y su consecuente restricción a la circulación de las personas, ciertas actividades que se desarrollan en las municipalidades se encontraban suspendidas al momento de la recolección de la información del período presentado en este informe técnico», estimó el Indec en su informe.

Hacia adelante, teniendo en cuenta el aislamiento obligatorio y el parate general de las actividades durante abril y mayo, las cifras oficiales prometen no mostrar nada alentador. Por caso, una encuesta difundida por la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), relevada entre el 12 de marzo y el 12 de abril, indicó que más del 70% de las empresas del sector facturó menos en términos nominales que en el mismo período de 2019.

«Estos números reflejan el nivel de actividad del sector que ya lleva 24 meses consecutivos de caída, con la consecuente pérdida de más de 100.000 empleos en dicho período», estimó.

«En cuanto a las políticas que está llevando adelante el Gobierno para atenuar el impacto del Covid-19 en el sector productivo, que en el caso de la construcción, se suma a una crisis de dos años, el trabajo muestra que los beneficios ya están llegando a las compañías, aunque todavía la cobertura es parcial», indicaron los referentes de Camarco en comunicado.

«Si bien la vuelta gradual de la obra privada en algunas provincias y el impulso de la obra pública que está dando el gobierno nacional son signos positivos, la encuesta refleja el estado de incertidumbre en el que se encuentran las empresas del sector», señalaron en la cámara y agregaron: «El 23% estima que el sector se reactivará cuando termine el aislamiento preventivo y obligatorio; el 13% espera que ocurra 30 días después de finalizado el aislamiento; el 12% luego de los 60 días; el 14% luego de 90 días y el 37% no sabe cuándo ocurrirá. La Cámara interpreta que los encuestados entienden que la reactivación dependerá de los planes de inversión públicos y de las decisiones de inversión privada en construcción», cerró.

Por otro lado, todos los sectores industriales mostraron caídas, incluso el de Alimentos, que desde un principio fue declarado esencial por el Gobierno (-2% anual). Pero las bajas llegaron hasta el 40,7%, por ejemplo, en los productos minerales no metálicos (vinculados a la construcción) y con caídas que rondaron el 30% en los sectores textiles (-29,6%) y automotriz (-34,9%).

Tales números reflejan un diagnóstico similar a los difundidos ayer por la Unión Industrial Argentina (UIA). Allí se estimó que la ruptura de la cadena de pagos en el sector fabril es dramática: más del 60% de las empresas -de todos los tamaños- no produce (el dato es del 44% para las que además de no fabricar no vende); un 63% de las organizaciones muestra una fuerte caída de las ventas, pese a que la retracción por menor que sea llega a todas (un 95%) y un 77% tiene dificultades para pagar sueldos al 100%.

La entidad fabril indicó además que el 81% de las 1300 empresas encuestadas a fines de abril no pudo cobrar cheques el mes pasado y hay un 60% con dificultades para el pago de sueldos sin acceso al crédito.

El lunes pasado LA NACION anticipó que el Gobierno ya tiene una lista de 1000 empresas privadas que podrían reabrir sus puertas. No es una autorización automática y dependerá de la decisión de Presidencia. Estas empresas ya presentaron sus protocolos de higiene, los planes de distanciamiento social y la logística de transporte de sus empleados.

La lista fue confeccionada en el Ministerio de Desarrollo Productivo. Pero la información se presenta en municipios, provincias y también en la cartera que dirige Matías Kulfas. Los sectores son variados. Allí aparecen la industria automotriz, autopartes, química, petroquimica, plástica, metal mecánica, cemento, textil, indumentaria y calzado, entre otros.

«La caída de 7,3% del mes de diciembre fue muy significativa y junto con la contracción de enero, llevaron a la construcción al valor de actividad más bajo de los últimos cinco años», indicaron los economistas del Iaraf Nadín Argañaraz y Bruno Panighel.

«Esa era la situación previa del sector antes de la contracción que traerá la cuarentena. El sector estaba en los mínimos niveles de actividad, cayendo más de 22% respecto a los bajos valores de comparación de 2019. Con el dato de marzo, se observa que la actividad fue de la construcción fue prácticamente la mitad que en el mismo mes de 2019», agregaron.

Los analistas del Iarafa recalcaron, en cambio, que «la industria se estaba viendo favorecida por la baja de la tasa de interés y la relativa estabilidad cambiaria» y cerraron: «Lamentablemente, los dos sectores van a mostrar una contracción posiblemente mayor cuando se conozca el dato de abril. Ambos sectores deberían dinamizarse una vez que todo vuelva a la normalidad, si que las condiciones previas a la cuarentena se mantienen».

Compartí esta noticia